Y es que en junio de este año, dos años después de su entrada en vigor a nivel europeo, expira el límite para que la quinta directiva de autos (más exactamente, la Directiva 2005/14/CE del Parlamento Europeo y del Consejo) se incorpore a nuestra legislación. Entre los aspectos que regula esta directiva se encuentran algunos potencialmente gravosos para las compañías aseguradoras, como el incremento de los límites de la indemnización del seguro obligatorio y otras medidas que obligarán a mejorar la eficiencia de las aseguradoras, como la obligación de presentar una oferta motivada de indemnización en un máximo de tres meses. En este contexto, las compañías aseguradoras están reaccionando con temor y están aplicando incrementos de primas por encima del IPC a sus asegurados, trasladándoles los costes derivados de dichos riestos. No es época de rebaja de precios, sino de lo contrario. Bien es sabido que las aseguradoras nunca pierden (de hecho, ese es su negocio: cobrar lo suficiente cuando no hay siniestros como para que tengan más que de sobra para afrontar las indemnizaciones... a mayor riesgo, mayor prima. Y si el riesgo es excesivo, simplemente no se asegura).
Vía | El Confidencial Más información | El sector asegurador ante los retos de la nueva legislación (pdf)