Hace unos días escribí el artículo: Las características del crecimiento económico no incluyen el despilfarro, donde hablo de las recomendaciones de la Commission on Growth and Development (la Comisión sobre el Crecimiento y el Desarrollo) liderado por el Nobel Michael Spence, que trata de cómo volver las economías en crisis a la senda de crecimiento.
Los comentarios que resultaron del artículo volvieron a ese debate vacío que se oye eternamente alrededor del mundo, y en estas páginas no somos menos, incluyendo entre los Premios Nobel de Economía, el debate entre dos caminos para las políticas económicas que son o el ‘gran despilfarro’ o la ‘austeridad’, si debemos elegir entre el uno o el otro. Yo rechazo este debate ya que la solución a nuestros problemas económicos no vendrá ni con el ‘gran despilfarro’ ni con la ‘austeridad’.
La solución no se encuentra en debates estériles
No llegaremos a la solución efectiva de los problemas económicos mientras se continúa con este debate vacío de si los gobiernos y los bancos centrales deben seguir gastando cantidades billonarias de dinero que no tienen buscando más demanda o si se debe frenar este camino y reducir gastos hasta equilibrar los presupuestos insostenibles.
Se olvidan muchos que tanto los que fomentan el ‘gran despilfarro’ como los que fomentan la ‘austeridad’ todos buscan el crecimiento y la resolución de los problemas económicos. Los que decimos que no se puede continuar en el camino de más y más gasto indiscriminado y que hay que equilibrar las cuentas estatales no tenemos el objetivo de crear recesión y austeridad. Todo lo contrario, queremos volver la economía a la senda sostenible y el debate real es qué camino hay que tomar para volvernos a esa senda. Entendemos que vivimos en el mundo real, y no el de los sueños donde todo es posible, y entendemos que, cuando los países están en situación límite en su deuda, hay que ajustar para equilibrar esta y que la solución para esta situación límite de deuda no es redoblar la apuesta con más y más gasto sin ingreso.
Los que buscan más ‘gran despilfarro’ olvidan que, en el mundo real, lleva consigo dos elementos que no nos permiten conseguir lo que queramos.
Primero, los que buscan incentivar la demanda con más ‘gran despilfarro’ parece que no entienden que este se debe financiar y esta financiación ya no está disponible. La estrategia de criticar a los odiosos y usureros mercados financieros al mismo tiempo de que se sale pidiendo cada vez más ayudas financieras, ya no convence, como mínimo, no convence a los que tienen el dinero que estamos pidiendo.
La demanda no se activa con el ‘gran despilfarro’
Segundo, los que quieren más ‘gran despilfarro’ no entienden cómo funciona la economía y no entienden cómo funcionamos los consumidores, y suelen ser los mismos que critican a los economistas. Al contrario de conseguir más demanda, que es lo que se busca, el ‘gran despilfarro’ entra en las arcas de los que la reciben, los bancos, las empresas, los enchufados, y lo utilizan para sus necesidades de limpieza de balance. Es decir, no llega a los que debemos ‘consumir’. Incluso cuando los recursos si lleguen a los consumidores finales, no hay que olvidar lo que dicen las económicas, criticada por muchos pero, antes de criticarla, deberían entenderla, que tiene cosas que enseñarnos.
Cuando los gobiernos efectúan distribuciones de liquidez, si los consumidores piensan que estos regalos no continuarán con el tiempo, normalmente estas distribuciones son utilizadas de forma distinta de lo que esperan los que buscan más consumo. Lo normal es que los consumidores tampoco utilicen estos fondos para gastos cotidianos como el consumo normal y también lo suelen utilizar para sus necesidades de limpieza de balance. Por eso hemos visto que los ahorros netos han subido, es decir, que muchos fondos se han utilizado para reducir deuda. Esta es la forma más razonable de utilizar fondos que se entiende que son limitados en el tiempo y no ingresos continuados y, además, es lo mejor para la economía, como ya he explicado varias veces en estas páginas.
Sin embargo, a pesar de su falta de éxito, los que buscan el ‘gran despilfarro’ siguen en su camino de pedir más y más con la esperanza de que haciendo lo mismo lleve a resultados distintos…¿qué decía Einstein sobre eso?
Necesitamos medidas económicas y equilibrio en los presupuestos
Hay algunos, muy pocos, que rechazamos este viejo debate, ya que está claro que seguir con más y más gasto, el ‘gran despilfarro’ no puede continuar porque no se puede pagar y, además, no funciona, como nos ha demostrado el fracaso de las políticas económicas efectuadas en los últimos años desde que estalló la crisis. Por otra parte, la forma en que ha tomado el camino de la ‘austeridad’ tampoco funciona, como algunos ya hemos pronosticado en estas páginas.
Lo que más atrae del Informe del que hablo es que analiza las bases de la economía, medidas que resumieron en el gráfico, curiosamente criticado por algunos alegando que no se puede resumir las necesidades de la economía en un gráfico. En estas páginas he hablado mucho de las medidas necesarias, medidas que entran dentro de todos los elementos resumidos en este gráfico:
Los políticos deben aplicar medidas que impactan en la microeconomía, medidas para liberar el lado de la oferta, las nuevas empresas y la flexibilidad empresarial.
Las prisas no funcionan en la economía
Otro problema que hemos visto desde el principio y que ha agravado la consecución de resultados es la obsesión de los distintos grupos hacia la consecuación de resultados en el corto plazo. Como dije en estas páginas hace meses sobre las medidas de Grecia, y que se aplica en general también:
…enfocadas demasiado al corto plazo y destinadas al fracaso, como hemos visto. No convencen ni al gobierno griego, ni al pueblo griego ni a los mercados financieros y no deben hacerlo…
Estas posturas cortoplacistas fuerzan a gobiernos, al griego, al español y a otros, a lanzar medidas económicas y previsiones que no son creíbles y luego cuando vemos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) nos actualiza, por ejemplo, sus previsiones de crecimiento que ponen en duda las agresivas previsiones de los países, como acaba de hacer con España, comentado Marco Antonio y JM, inmediatamente hace cuestionar los programas económicos y las proyecciones de estos países, por lo menos a los que se lo creían.
Décadas de malas políticas económicas no se resuelven en meses ni en los pocos años que se están proponiendo. Como dije hace tiempo refiriéndome a la situación griega:
…las medidas que si convencerán deben ser de muy largo plazo, ya que se tardó décadas en llegar a donde estamos y los griegos no pueden salir en meses. Estas propuestas darán al gobierno griego el tiempo para introducir medidas moderadas y disciplinadas que, con el tiempo, les permitirán reconducir su economía, sin meter al pueblo griego en la pobreza, mientras, con el tiempo, hacen frente a sus obligaciones.
En ese artículo doy un plan completo de cómo atender a la deuda masiva de Grecia y otros países, especialmente con carga de deuda de sus regiones, también se podrían beneficiar de muchas de estas medidas, incluyendo del Fondo que describo.
El objetivo de todas estas propuestas financieras que lanzo es para que nos olvidemos del corto plazo y establezcamos programas de pagos de deuda, de medidas económicas y de reestructuración de economías que incluyan plazos de los muchos años necesarios para invertir la situación. Hay que introducir medidas inmediatamente, no anunciar y luego esperar como le gusta hacer al gobierno español, pero estas medidas deben ser moderadas y disciplinadas que, con el tiempo, permitirán reconducir la economía, sin meter a los pueblos en la pobreza, mientras, con el tiempo, se hace frente a las obligaciones financieras.
Cuando se enterarán nuestros líderes, los políticos nacionales, los europeos, los del Banco Central Europeo (BCE), los del FMI, etc. etc., que, aunque se necesitan medidas económicas inmediatas, que no se debe exigir resultados en el muy corto plazo, para resolver problemas estructurales, problemas que se han establecido a lo largo de décadas y que estas prisas son peores que las medidas.
No necesitamos más ‘gran despilfarro’ necesitamos medidas creíbles con el tiempo necesario para que se cumplan. Con estas medidas creíbles los mercados financieros reaccionarían positivamente de forma inmediata y, no sólo bajarían las primas de riesgo de la deuda, pero amplarían las cantidades de capital que los mercados dedicarían a atender a las necesidades de capital de los países en transición, obviando la necesidad de que el BCE tenga que maniobrar para suministrar liquidez a estos países.
En resumen, ni los que buscan el ‘gran despilfarro’ ni los que abogan por la supuesta ‘austeridad’ aciertan con sus medidas. Algo mejor es posible y necesario.
En El Blog Salmón | El Plan Económico de la UE para 2020, queda mucho por hacer y El problema español es la deuda y los desequilibrios económicos
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