Los NFTs se encuentran en un estado de declive absoluto. Un nuevo informe emitido por dappGambl concluye que el 95% de éstos han perdido todo su valor, pese a la época de apogeo de años atrás. En total se investigaron 73.257 colecciones de NFT, de las cuales 69.795 posee un valor de mercado de cero ETH.
El punto máximo de expansión del mercado de los NFT llegó durante la pandemia, con el boom de las criptomonedas. Sobre agosto de 2021 lograron movilizar casi 2.800 millones de dólares al mes en compraventa de NFTs, mientras que actualmente solo mueven unos 80 millones de dólares, en torno al 3%.
El estudio presentado concluye que sobre unos 23 millones de inversores poseen ese 95% de tokens que no cuentan ni con utilidad ni con valor práctico. Y es que esa oleada de inversión llevó a muchas personas a invertir en esos reconocidos gráficos generados por ordenador que actualmente no poseen valor. Además, se estima que el 79% de las colecciones que se pueden adquirir actualmente nunca antes se habían vendido.
Hay colecciones de NFTs que no se venden porque los propios compradores se han vuelto más exigentes. Todo ello es como consecuencia de que los proyectos carecen de casos de usos claros, narrativas convincentes y valor artístico genuino para conseguir atraer atención y ventas.
Menos del 1% de los NFT se cotizan en más de 6.000 dólares y la mayor parte de las colecciones más caras poseen un precio de entre 5 y 100 dólares. De igual modo, casi una quinta parte de las mejores colecciones poseen un precio mínimo cero. El informe también recoge que los precios pueden fijarse sin relación a la demanda real entre los NFT más caros, algo que distorsiona por completo la visión de los inversores sobre el escaso valor inherente de una NFT.
Por todos los inversores será recordado el primer tweet que Jack Dorsey, cofundador de Twitter, puso sobre NFT. El NFT del primer mensaje en Twitter, publicado el 21 de marzo de 2006, lo logró vender por 2,9 millones de euros. Un año más tarde, el comprador intentó venderlo por unos 48 millones de dólares, aunque la mayor puja que recibió fue de 280 dólares.
Las causas de su desplome
Los NFT irrumpieron en el mercado como tokens no fungibles, es decir, que no pueden intercambiarse por otros. De este modo, se presentaban como un activo digital con una imagen o un vídeo que podía aparecer muchas veces en Internet, pero de la cual solo unas pocas instancias procederían de un NFT.
La invasión de Ucrania, la caída del Bitcoin y el resto de criptomonedas y la inflación generalizada que afecta a términos globales a todos los sectores, no han ayudado a su supervivencia. Todo ello ha llevado a la desaparición del dinero para especulary a que los inversores destinen sus ganancias a otros focos.
A finales de 2022, las ventas de NFT ascendieron a más de 11.000 millones de euros en un mercado volátil. El volumen de ventas del mercado de NFT cayó más de un 95% entre enero y noviembre de 2022, padeciendo pérdidas de 2 billones de dólares en julio de 2022.
Resulta contradictorio y alarmante tras ver como durante los ocho meses anteriores se dispararon sus cifras hasta los 3 billones. Ahora la situación es precisamente la inversa, y pese a su desplome, el Bitcoin vale unos 27.223 dólares y el Etherum 1.630,99 dólares. El valor negociado semanalmente para los NFT se sitúa en torno a los 80 millones en julio de 2023, lo que equivale al 3% de su máximo cosechado en agosto de 2021.
De hecho, OpenSea, que se presenta como uno de los mayores mercados de NFTs ha tenido que migrar a un modelo de comisiones opcionales para poder animar las operaciones. Los precios de activos como Bored Ape Yacht Club o CryptoPunks se han desplomado, lo que demuestra que las inversiones de empresas de toda índole, especialmente artísticas, se han convertido en un fracaso.
Su impacto medioambiental negativo
Una de las razones que han derivado en el desplome de los NFTs es que cada certificación consume energía. Se estima, según datos del estudio, que existen 195.699 colecciones de NFT que no tienen dueño o nunca han sido vendidas, pero que sin embargo han consumido 27.789.258 kWh de electricidad para su creación. En otras palabras, supone una huella de carbono de 16.243 toneladas métricas de CO2, que sería lo equivalente a lo que contaminan más de 3.500 viviendas al año.
El equipo de investigadores de dappGambl matiza que es posible que los NFT no alcancen nunca el auge experimentado durante el periodo 2021-2022, aunque dichos activos sí que podrían evolucionar para sobrevivir a su inminente desaparición.
Una solución efectiva sería convertirlos en un pase para acceder a eventos especiales o en un artículo virtual para comprar e intercambiar videojuegos, aunque ello requeriría de un estudio de mercado detallado para analizar previamente sus consecuencias.