Tenemos 18 años de amenaza de quiebra del sistema de pensiones en España: se jubilan los boomers de hasta 1978

Desde que se iniciase, hace ya tres años, la jubilación del baby boom, España comienza a notar en sus arcas públicas el efecto del desequilibrio entre las altas y las bajas en el sistema. Hasta que se jubilen los nacidos en 1978, es decir, hasta dentro de 18 años, el Estado deberá realizar un esfuerzo titánico para financiar el gasto anual en pensiones contributivas, que será del 16% o 17% del PIB, aproximadamente.

La deuda pública española no para de crecer. La amenaza en las cuentas de la Seguridad Social es latente y hay que tener en cuenta que seguirá en aumento. Solo en 2023 se registraron 326.949 altas de pensionistas frente a las 265.060 bajas. Esto se traduce en una diferencia del 23,4%, la más elevada de la serie histórica registrada.

La situación es realmente alarmante para España, pues esta brecha duplica la diferencia del 9% registrada en 2022 y supera la media de los años previos a la pandemia, que era del 15%.

El problema: al detalle

En junio de 2024, según datos oficiales, se han registrado 10,16 millones de pensiones, lo que representa una variación de 1,22% comparado con el mismo mes del año anterior. El arranque de la jubilación de los nacidos en 1958 y 1959, es decir, los que cumplen 65 y 66 años en el presente curso, no ayuda a destensar la balanza.

Las comunidades autónomas en las que más ha crecido la variación mensual del número de pensiones han sido, con datos de junio de 2024: Baleares (0,30%), Canarias (0,29%), Murcia (0,24%), La Rioja (0,22%), Comunidad Valenciana (0,21%) y Navarra (0,20%).

Según los registros publicados recientemente por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el número de nuevos jubilados registrado en 2023 fue el más elevado de la serie histórica, tras 2018 (cuando se contabilizaron 328.159 altas) y de 2022 (con 327.872 altas).

En 2023, se han jubilado casi 900 personas cada día frente a las 2.000 que pasaron a ser población ocupada. Por el contrario, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la ocupación se incrementó en 783.000 personas en 2023 (un 3,83% más). De este modo, por cada dos personas que se incorporan a la fuerza laboral, sale una.

Fuente: Lanza Digital

Con respecto a las bajas, éstas descendieron un 11,4% (265.060 personas). Se trata del dato más bajo desde 2017 y supone un regreso a la tendencia natural registrada con anterioridad a la pandemia como consecuencia del incremento de la esperanza de vida. Tras las bajas en máximos sucedidas en los años de la pandemia, el número de pensionistas ha vuelto a crecer a tasas interanuales del 2% al 8% con respecto a 2018.

Las bajas anticipadas han caído, pasando del 43,3% del total al 34,3% en 2023. En lo que va de 2024, se contabiliza un 34,1%.

La población española sigue envejeciendo

Todos estos factores hacen que la edad de acceso a la jubilación se incremente, pasando de los 64,2 años en 2018 a los 65,1 en 2023. Cada vez hay más personas retrasando su edad de jubilación y se producen el 10,5% de altas frente al 4,8% anterior a la reforma. Las jubilaciones demoradas de adelantan a los 68 o 69 años.

En el año 2023 hubo un total de 322.075 nacimientos en España, que supone la cifra más baja desde el comienzo de la serie en 1941, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

A esto se le suma que España es el país de la UE con mayor esperanza de vida (84 años). Por encima de la media comunitaria (81,5 años), le siguen Italia (83,8 años) y Malta (83,6 años).

Un problema a largo plazo

El número de pensiones que pagar escalará desde los 9,2 millones de 'pagas' actuales a unos 16 millones de prestaciones. A esto se le suma la imparable llegada de inmigrantes, que pasarán a ser la única fuerza positiva para el crecimiento demográfico.

Datos favorables a la tesis del Gobierno

El efecto ‘baby boom’ se sigue notando en el sistema de pensiones e impulsa que el desembolso supere el 13% del PIB. Las nuevas altas recibieron una nómina media de 1.453,14 euros al mes, un 19% más que la pensión media de las bajas, que ascendía a 1.216,42 euros.

Todo pasa porque las nuevas nóminas aumentan a una tasa anual del 1,8% y las anteriores repuntaron en un 8,3%. Así pues, la pensión media ha reducido su brecha con respecto a las nuevas altas a un mínimo del 5%. Más del doble de lo que se aleja de las bajas, pues hasta 2023 había sido a la inversa.

Hipotética solución

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha propuesto recientemente la creación de un nuevo contrato laboral. Éste permitiría compatibilizar el salario con el cobro de una pensión, una vez se superase la edad de jubilación. Para no desincentivar que las empresas siguiesen empleando a dichas personas, con su pensión pública asegurada, se eliminaría la indemnización por despido de estos contratos.

El verdadero déficit de la Seguridad Social se encuentra en su parte contributiva, que se eleva hasta los 55.919 millones de euros, alrededor del 3,8 % del PIB.

Esto es como consecuencia de que España se enfrenta a un proceso de envejecimiento más intenso que otros países industrializados debido a: elevada esperanza de vida, una tasa de fecundidad de las más bajas de los países desarrollados (1,19 hijos por mujer) y un cierto retraso en el proceso de envejecimiento. Con el fenómeno de la ‘jubilación flexible’ sería posible compatibilizarla con el salario.

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