Recientemente, la Ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño ha anunciado la reactivación del Comité de Estabilidad Financiera (CESFI) con el objetivo final de rescatar el proyecto de creación de una autoridad macroprudencial en España para alertar de las futuras crisis económicas.
En el CESFI participan tanto el Ministerio de Economía y Empresa como el Banco de España y la CNMV que llevan sin reunirse desde 2013. España es a día de hoy uno de los pocos países de la UE que no cuenta con este tipo de autoridades.
En la Unión Europea ya existen diferentes autoridades macroprudenciales como son el Banco Central Europeo (BCE), la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) y las autoridades nacionales competentes, por lo general, los bancos centrales o las autoridades de supervisión financiera de los 28 estados miembros. En Alemania y Francia, estas instituciones se denominan Comité de Estabilidad Financiera -Ausschuss für Finanzstabilität- y Consejo Superior de Estabilidad Financiera -Haut Conseil de Stabilité Financière- respectivamente.
¿Qué nos aportaría la creación de una autoridad macroprudencial?
Esta institución macroprudencial tiene una tarea central, debatir periódicamente las cuestiones relativas a la estabilidad financiera, advertir de las amenazas identificadas y formular recomendaciones para su prevención. Todo ello con el fin de garantizar una aportación sostenible del sector financiero al crecimiento económico.
También discute cómo tratar las alertas y recomendaciones de la JERS, se creó con el objetivo de reforzar la cooperación entre las instituciones representadas en el en caso de crisis financiera.
Estas autoridades nacen bajo el paraguas de la recomendación de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) en la directiva ESRB/2011/3, en la que se apunta la siguiente recomendación:
Designar en la legislación nacional una autoridad encargada de la realización de la política macroprudencial, generalmente como una sola institución o como un consejo compuesto por de las autoridades cuyas acciones tienen un impacto material en la estabilidad financiera.
Cuando se designe a una única entidad como autoridad macroprudencial, se debe establecer mecanismos de cooperación entre todas las autoridades cuyas acciones tengan un impacto material sobre estabilidad financiera, sin perjuicio de sus respectivos mandatos.
Garantizar que el banco central desempeñe un papel preponderante en la política macroprudencial y que la política macroprudencial no menoscabe su independencia.
Encomendar a la autoridad macroprudencial que coopere e intercambie también información transfronteriza, en particular informando a la JERS de las medidas adoptadas para hacer frente a riesgos sistémicos a nivel nacional.
Por lo tanto, esta autoridad haría sus funciones de análisis sobre el sistema financiero nacional, de núcleo vertebrador entre los principales supervisores de un país y sería el nexo de unión con la supervisión de europa. Asimismo, de alguna manera, sería la institución a quién se echaría la culpa si, en algún momento, no se identifican correctamente los riesgos sistémicos nacionales, sustituyendo el papel tradicional del Banco de España.
¿Cómo funciona?
La autoridad persigue la monitorización de riesgos a través de un conjunto de indicadores macroprudenciales. Para ello, recopila información de un amplio conjunto de variables económicas empleando información agregada disponible por el Banco de España.
La metodología empleada explota la experiencia pasada para estudiar qué indicadores son capaces de detectar riesgos con antelación a las crisis, lo cual puede resultar muy útil para identificar los riesgos latentes en el futuro y poder activar instrumentos para prevenir su manifestación y absorber sus efectos negativos. Se analizan diversas categorías para monitorizar la economía:
- Crecimiento del crédito y endeudamiento: Intensidad y desequilibrios del apalancamiento, precios y sobrevaloración del mercado de la vivienda y el esfuerzo del prestatario.
Transformación de vencimientos e iliquidez de mercado: Activos y los pasivos bancarios y los desequilibrios en la exposición bancaria en divisas.
Riesgos vinculados a la concentración: Concentración bancaria, concentración del riesgo soberano y la exposición crediticia a divisas extranjeras.
Desequilibrios macroeconómicos: Dependencia externa y los desequilibrios fiscales.
Riesgos materializados: Economía real y la morosidad y dependencia del banco central.
Con cada uno de estos indicadores, muchos de ellos indicadores adelantados a la economía, nos pueden mostrar una imagen fiel del estado real de la economía. Lo más interesante es que el los países que funciona esta autoridad, goza de una elevada independencia frente al Gobierno de turno. Incluso, tiene más dosis de credibilidad que la visión de un Ejecutivo por fundamentar su análisis en una visión técnica frente a una visión política.
La autoridad que hubiera necesitado Zapatero y los españoles en 2008
Si nos remontamos en el año 2007, España tenía un superávit público de más del 2% del PIB y la economía estaba creciendo al 3,5%, debido en gran medida al auge de la construcción. El 8 de agosto de 2007 fue un día negro en los mercados bursátiles que vieron cómo el selectivo estadounidense Dow Jones cerró con su mayor caída en cuatro años por el temor a la crisis hipotecaria subprime. Ese fue el primer aviso de que las percepciones estaban cambiando.
Por su parte, en España se celebraron elecciones generales en 2008, en un entorno el que ya eran evidentes los riesgos de Estados Unidos y de la burbuja inmobiliaria española. No obstante, en la campaña electoral, Zapatero hizo un un discurso de negación absoluta de la crisis que fue comprado por los electores que lo reeligieron en un segundo mandato a partir de marzo de 2008.
De hecho, en el debate económico protagonizado por Solbes y Pizarro, el Ministro de Economía del Gobierno del PSOE negó reiteradamente la existencia de la crisis: "Hablan de crisis en el Partido Popular, incluso de recesión, que ya a veces resulta incluso un poco molesto. Nada más alejado de la realidad".
Probablemente, hubiera sido útil para el criterio de los españoles una autoridad macroprudencial que pudiera negro sobre blanco sobre los desequilibrios de España y que señalara que el Gobierno estaba mintiendo en su discurso económico.
Al fin y al cabo, en política, el partido de Gobierno trasladará mensajes económicos positivos, frente a los mensajes negativos de la oposición. En este contexto, una visión imparcial, fundamentada puramente en los datos económicos, tendría una mayor solvencia en su reputación que las acciones políticas.
Negar la crisis fue uno de los grandes errores cometidos, lo que concedió un menor margen de reacción al Gobierno de Zapatero: Congelación de las pensiones, recortes de los salarios de funcionarios público, recortes de las prestaciones de desempleo, aumento de la edad de jubilación, y la negociación apresurada de una reforma constitucional para limitar el déficit.