Más allá de llorar por un euro débil que tendrá el recorrido que tenga, al margen de la consabida primera industria española, el turismo de sol y playa, hay todo un campo donde hemos demostrado históricamente que somos competitivos.
Me refiero a la consultoría, a la generación de informes, estudios, papers, llamadlo X. No hay más que repasar la historia reciente de España para darse cuenta del potencial de esta linea de trabajo.
Los más jóvenes del lugar no lo recordaréis, pero fueron unas pequeñas sociedades catalanas las pioneras en este tipo de actividades. Sus nombres, Filesa, Malesa o Time Export, que con escasos medios humanos y técnicos consiguieron una destacada cartera de clientes, muy satisfechos con su labor, y entre los mismos podemos citar, por ejemplo, a:
- El BCH, que les pagó 203 millones de pesetas por informes sobre procesos de fusión bancaria y del sistema financiero español en la CE.
- CEPSA, que abonó 200 millones de pesetas por informes sobre el mercado del petróleo.
- BBV, que compró por cerca de 250 millones informes referentes a un estudio para la implantación de un sistema de leasing para contenedores y sobre otro estudio relativo al sector industrial en la CE.
- ENESA, la empresa pública, que quiso conocer un punto de vista distinto del mundo industrial y pagó 36 millones de pesetas por el mismo, en forma de informe sobre el sector industrial en la CE (todo un clásico, por lo que se ve).
Unas cifras impresionantes para empresas jóvenes. Lamentablemente la mayor parte de estos valiosísimos estudios se han perdido o alguien los guarda celosamente bajo llave (dado el precio no es de extrañar), por lo que hemos de llorar su perdida como la de los documentos de la gran biblioteca de Alejandría. Es cierto que llegaron hasta nosotros algunos de estos informes, pero parece que se trataba más bien de la base documental sobre la que se construían, pues eran meras fotocopias de boletines oficiales, sobre los que sin duda los investigadores del grupo Filesa desarrollaban sus conocimientos.
Sin llegar a esta destacable emporio consultoril catalán, Verstrynge, un reconocido catedrático universitario hoy por hoy, se atribuye en fechas cercanas de esos años 80, el desarrollo de iniciativas similares, usando técnicas de press clipping y consiguiendo una millonada de pesetas de una eléctrica.
Recientemente, he visto con alegría que a algunos los que no se les caenlos anillos y que, mens sana in corpore sano, son capaces de aunar en sesudos estudios los dos planos del ser humano, el intelectual y el físico. Aún más, en tres, incluyendo el emocional, ya que casí lloro cuando veo cómo reciclan informes disponibles por internet cobrando por ellos 690.000 euros o que consiguen todos los beneplácitos institucionales, creando , sin duda, una escuela de pensamiento (y práctica) la mar de interesante (propongo el nombre de Escuela del Mediterráneo).
La pega que yo le veo a todo estos esfuerzos es que estamos muy centrados en el mercado interno. Va siendo hora de apostar por el desarrollo de estas consultoras en el plano internacional. Se trata de un trabajo bien pagado y que a poco que nos pongamos como país, como proyecto colectivo, fijo que genera un elevado nivel de ingresos financieros para estos emprendedores y fiscales para las cuentas públicas. Estoy seguro que instituciones públicas y privadas extranjeras están deseando ser asesorados desde nuestra experiencia.
En definitiva, como muestran estos ejemplos el conocimiento no sólo nos hará libres, nos hará ricos.
Imagen | Iqbal Osman1