Un semestre ‘horribilis’ para Apple. Desde que en septiembre conquistara la cima de los 700 dólares por acción tras el estreno del iPhone 5, la compañía no ha dejado de tropezar una y otra vez. El techo, que lo tocaron con los dedos en Cupertino, se aleja cada vez más. Hoy vale un tercio menos y las previsiones no invitan al optimismo. El último escollo es el que representa la drástica reducción de pedidos a sus proveedores para fabricar su ‘smartphone’. Un desplome que viene precedido por una sistemática pérdida de cuota de mercado. Pese a que plantearon unas previsiones que, según estas cifras, no se han cumplido para el iPhone, aún así podrían estar en disposición de batir récord en los resultados de su último trimestre, que se conocerán la próxima semana.
Los datos, que han sido publicados por el diario económico Wall Street Journal y que han sido analizados por los compañeros de Applesfera y Xataka Móvil, son claros: Sharp ha reducido a casi la mitad los pedidos de pantallas producidos para Apple. Se trata de una reducción de casi la mitad de los 65 millones de pantallas que había ordenado para el nuevo iPhone.
Es cierto que cualquier movimiento en la compañía fundada por Steve Jobs es mirado con lupa y, en la mayoría de los casos, exagerado por los analistas. También es cierto, que, como advertía hace unos meses Aurelio, no se puede vender la piel de Apple y darlo por perdido. En absoluto. Sobre todo, cuando se ven las previsiones de crecimiento en ventas que esperan en el último trimestre. Pero sí está claro que estos datos de previsiones muy a la baja en producción denotan un cierto agotamiento.
Prueba de ello es la evolución a la baja en la cuota de mercado controlada por la compañía de la manzana en el segmento de los smartphones. En todo el mundo, no ha logrado parar una reducción de más de ocho puntos en un año, mientras veía cómo su su competidor más directo, Samsung, creció hasta el 31 % en dos años.
Estas previsiones fallidas en su último modelo de smartphones no son óbice, ni mucho menos, para que los analistas sigan convencidos de que los resultados de toda la compañía correspondientes al último trimestre del año pueden volver suponer un nuevo récord de facturación para la compañía. Esas cifras serán dadas a conocer la próxima semana.
Los efectos, como en las ‘caídas’ anteriores, no se han hecho esperar y la compañía se ha vuelto a teñir de rojo en los mercados. Más de un 3 %, rondando los 500 dólares por acción. ¿Seguirá bajando? No lo creo. Ni creo que este sea un punto de inflexión definitivo para la firma. Sí se trata de una evolución, en cierta manera, normal debido al desgaste propio y al empuje fuerte de su competencia más directa.
Como le ocurre a los grandes deportistas, las empresas no siempre pueden estar en la cima (aunque haya algunas excepciones). Apple no iba a ser menos. Sólo que tras años de reinado, llama la atención estos tropiezos. Unos tropiezos que, posiblemente, serán remendados con los resultados del último trimestre. Sin embargo, el ‘daño’ estará hecho.
Vía | Wall Street Journal
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Imagen | Deerkoski