Nos preguntábamos hace pocos días sobre el hecho de que Sony pudiera fomentar o estar conforme con la piratería. Al mismo tiempo, sale un estudio donde se sugiere que la industria musical debería abrazar y apoyar los websites que permiten compartir música de manera ilegal, porque como todos bien sabemos los grupos de música sacarán un beneficio que antes ni por asomo llegaban a obtener. Sin embargo, vemos como en el Reino Unido se sigue pensando justo lo contrario, y se acuerda que las discográficas junto con las empresas que proveen las conexiones a Internet, controlen y registren a aquellos que realizan descargas de música, en una estrategia errónea que atenta contra el origen principal de toda empresa, obtener beneficios. Con esta actitud, como bien comenta Cory Doctorow en esta columna de The Guardian, lo que consiguen de verdad es reducir sus beneficios.
En el libro escrito por Matt Mason, 'The Pirate's Dilemma', se trata de demostrar la idea equivocada de que la piratería no es mala para el negocio de las empresas que se ven afectadas, sino que por el contrario tiene sus cosas buenas. La idea principal es que en vez de tomar una actitud defensiva frente a ella, se tome una actitud proactiva, de entender, ver y comprobar qué hacen, por qué lo hacen y en qué mejoran sus productos (que a veces se da ese caso), valorar qué mercado nuevo les abren ante sus ojos (como ha pasado con la industria discográfica). Es decir, observar las ventajas que existen, sobre todo pensando en la innovación.
No se trata de competir o no contra la piratería, sino en pensar que "la mejor manera de beneficiarse de los piratas es copiarles", en palabras del propio Matt Mason. Y ahí es donde está el dilema. Pensemos en los siguiente: ¿cómo consiguió ganar el mercado Microsoft?, ¿por qué windows consigue hacer mayor frente a Linux en aquellos mercados donde hay más productos piratas de sus productos?, ¿por qué gracias al mercado negro de las semillas genéticamente modificadas consiguió Mosanto que Brasil levantara una ley que prohibía el uso de ese tipo de semillas, usadas frecuentemente por los agricultores brasileños?
Sin ir más lejos, Nike tomó el ejemplo de un diseñador japonés, Nigo, que usó el diseño de las zapatillas de entrenamiento desarrollados por Nike para el Air Force 1, quitó el logo, realizó el suyo propio, y vendió sus zapatillas bajo su propia marca y en edición limitada, abriendo un nuevo mercado de lujo para Nike que ésta había ignorado. Lo que hubiera sido lo normal, llevar a juicio al diseñador japonés, Nike hizo todo lo contrario, investigó el mercado en el que vendía sus productos, y lanzó su propia línea premium para ese mercado. Es decir, copió las mejores ideas de los piratas, que habían mejorado una suya, y les hizo la competencia según sus reglas (el ejemplo viene explicado en el libro de Matt Mason).
Lo que las empresas (especialmente las grandes corporaciones), deben empezar a entender con respecto a los piratas, es que no pueden responder con la misma rapidez con la que lo hacen los individuos que toman los productos de otros, y crean no solo algo nuevo (bajo la idea de compartir en la que se base los contenidos libres en Internet), sino que llegan a crear nuevos sistemas de distribución, formas de conseguir nuevos ingresos no pensados en un principio, e incluso nuevos modelos de negocio que no pensaban que existiesen. La caída de la industria discografía por decidir hacer frente y luchar contra el caudal natural de los clientes es una lección a valorar por el mundo corporativo. Se trata en muchos casos de ver el vaso medio lleno. La piratería está ayudando a la gente a innovar y crear nuevos mercados (blue oceans) totalmente legítimos. Incluso el Top Manta, tan vilipendiado, es un claro ejemplo de una logística eficaz y de como manejar una información perfecta a un coste mínimo. Este dilema del pirata cada vez me recuerda más al dilema del innovador con el que hace diez años Clayton Christensen revolucionó el mundo de la innovación empresarial.
El mercado de lo gratis existe, y conviene tenerlo en cuenta, ya que se trata de un mercado surgido en parte de la piratería y cada vez más grande.
A continuación os dejamos dos vídeos con sendas conferencias donde Matt Mason explica la idea tras el dilema del pirata para las empresas.
Matt Mason, autor de 'The Pirate's Dilemma' (24/11/07)
Matt Mason, autor de 'The Pirate's Dilemma' (03/03/08)
Vía | The Economist Más información | Torrent Freak En El Blog Salmón | Los modelos de música en Internet y el caso Avril Lavigne