Las condiciones del mercado facilitan la financiación privada de las startups. De eso no hay duda. Pero hay startups con mayor capacidad para atraer ese capital que otras. Y Uber es una de las que la ostentan. 6.000 millones de dólares recibidos para expandir su modelo, la mayor parte recaudados en el último año. Pero, ¿a qué están destinando realmente esa ingente cantidad de dinero?
Hace ahora justo un año, la negociación de una ronda de financiación de 500 millones de dólares la ponía de nuevo sobre el escenario. Era su particular récord. La colocaba como nuevo miembro del 'club' de las startups valoradas en más de 10.000 millones. En esa ocasión, su CEO, Travis Kalanick, hacía hincapié en la importancia de contar con efectivo en su batalla por el sector del transporte bajo demanda.
Pero ese escenario no tiene nada que ver con el actual. Desde ese mes de mayo, ha ingresado más de 5.000 millones de dólares de diferentes inversores, tanto fondos de capital riesgo como gigantes tecnológicos como Baidu (Google en China) o el banco Goldman Sachs. Ahora negocia otra nueva inyección de 1.000 millones en forma de deuda.
El destino del dinero, ayer y hoy
Y la pregunta es, ¿cuál es el destino de tanto dinero? Tratar de responderla no es nada fácil porque sus cifras económicas son toda una incógnita. Pero en los dos últimos años se han conocido algunas de ellas que pueden arrojar algo de luz.
En 2013, el sitio Valleywag filtró un documento interno de la firma en el que plasmaba la evolución de sus ingresos y mencionaba algunos de los grandes gastos: sus actividades de 'lobby', la gestión de las huelgas de sus conductores, la expansión internacional, las distintas promociones... Es lo que ellos llaman gastos relacionados con marketing.
Más tarde en esa entrevista que le hacían en Recode señalaba, junto a sus 'relaciones públicas' (el eufemismo para señalar a su actividad como 'lobbista'), otra razón para recaudar tanto dinero. Se trataba de la 'guerra del efectivo' que libraba junto a sus competidores, principalmente Lyft. Contar con mucho más dinero en el banco que la competencia para potenciales inversiones.
¿Y hoy? Debido a su enorme expansión, esos mismos gastos de marketing se han multiplicado. Especialmente con una estrategia muy agresiva de crecimiento. Y con un mercado internacional en el que está sufriendo la prohibición, por la vía judicial, de su servicio más polémico en numerosos países.
Pero a ello hay que añadir su principal apuesta: los coches no tripulados. Ya en esa comparecencia de Kalanick en el evento de Recode hacía mención a ello. De cara al futuro, es su proyecto más ambicioso y requiere de un importante desembolso en I+D. Y para muestra está el primer test que llevó a cabo la pasada semana en las calles de Pittsburgh.
¿En qué se lo gastaba su competidor?
Su gran competidor en Estados Unidos, Lyft, no se queda atrás en los gastos. Aunque en una proporción muy inferior, el coste de competir con Uber es muy alto. En un documento interno, estimaba que más de 6 de cada diez dólares ingresados eran destinados a marketing. A eso hay que sumar además el resto de gastos corporativos de la compañía.
Una expansión rápida y una estrategia agresiva con un modelo discutido (y prohibido) en grandes mercados tiene sus costes.
En El Blog Salmón | Uber, a toda velocidad: Las cifras tras la nueva inyección de capital que negocia, Las startups y el destino de las ingentes cantidades de dinero de las rondas de financiación: el caso Uber, El polémico inversor Icahn pone en el mapa de nuevo al rival directo de Uber
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