Privatización de Loterías del Estado: Fue una buena idea no hacerlo en 2011

Loterías y Apuestas del Estado, probablemente sea una de las empresas más simbólicas del Patrimonio Nacional, pues ya en el año 1763 el Rey Carlos III inauguró la llamada "Lotería Real". Sin embargo, no fue hasta 1812 que se puso en marcha la Lotería Nacional, un año de gran simbolismo por la promulgación de la Constitución Española, "La Pepa".

A pesar de una trascendencia de dos siglos, en 2011 se puso en marcha el proceso de privatización de Loterías, sin embargo, el proceso de privatización fue posteriormente cancelado debido a que no se alineaba con los intereses del Estado pues las circunstancias de volatilidad e incertidumbre en el mercado bursátil suponían malvender la compañía.

Si nos remontamos en el periodo 2011-2012, España y gran parte de la Eurozona sufría una crisis de credibilidad ante los acreedores por el intenso desajuste en las cuentas públicas y la falta de confianza en el proyecto sobre el euro. Por esa razón, vimos que el diferencial de riesgo con el bono alemán a 10 años, la llamada prima de riesgo española, se elevó hasta los 649 puntos básicos.

También hay que recordar que con el estallido de la crisis, las ventas de Loterías estuvieron bajando durante seis años hasta que en el año 2014 iniciaron la primera subida con un 4,64%. Por ello, si sumamos el contexto complicado y el descenso de ventas de manera prolongada, la colocación de acciones hubiera sido muy complicada a precios atractivos, bajo los intereses de la administración.

El proceso de venta se planteó en 2011 pero ya en 2010 se creó, mediante Real Decreto, la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE). En marzo de 2011 se estableció que el patrimonio neto de SELAE resultante de la aportación de la rama de actividad es de 20.867,6 millones de euros representado por 1.252.059.200 acciones de 10 euros de valor nominal (12.520.592 miles de euros) y una prima de emisión de 8.347.062 miles de euros.

El planteamiento de privatización se fundamentaba en reordenar la actividad de la entidad pública y seguidamente llevar a cabo la privatización del 30% del SELAE, sacando a bolsa la empresa de juegos, mediante una oferta pública de venta (OPV) para el día 19 octubre del 2011, lo que se unía al proceso de liberalización del sector de juegos.

¿Cuál sería el importe conveniente (para el estado) para llevar a cabo la privatización?

En las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2015 del SELAE se expresa unas ventas para el Conjunto de Juegos que presentaron un incremento del 3,95 % con respecto al 2014. Por su parte,** la actividad del SELAE genera una gran caja, sumando 1.909,25 millones de euros en 2015.**

Se trata de una empresa con muy baja deuda, el Patrimonio neto de la empresa es de 20.632 millones de euros y el Pasivo es de 1.427 millones de euros. La empresa no presenta problemas de solvencia ni tampoco de liquidez, pues tiene un fondo de maniobra de 56 millones de euros (diferencial entre Recursos permanentes y Activo no corriente), que es suficiente para llevar a cabo su actividad.

A día de hoy la empresa no muestra problemas en su estructura... Sólida capacidad de generación de caja, baja deuda, una rentabilidad de beneficios sobre Patrimonio neto del 8,6% y una marca que forma un intangible perfectamente reconocible en la sociedad española con 200 años de historia y apoyada por una red comercial de hasta 10.500 puntos de venta.

Si tenemos en cuenta las circunstancias actuales del mercado, la empresa podría tener una capitalización bursátil cercana a 26.820 millones de euros, lo que equivale a una valoración de 15 veces el beneficio de 2015 que ascendió a 1.788 millones de euros.

¿Por qué se debe privatizar SELAE?

La historia reciente de España ha mostrado el éxito de un gran número de privatizaciones iniciadas en la etapa de Felipe González. Empresas tan relevantes como Telefónica, Endesa, Argentaria, Repsol y demás ya no quedan expuestas bajo el núcleo central del Estado y la totalidad de su negocio ya no queda representada por España.

Muchos pensaran que la privatización de empresas supone malvender o incluso regalar las "joyas de la corona" de un Estado y en este caso el SELAE podría ser considerada una gran joya. Nada más lejos de la realidad, con la privatización de las empresas se impulsa la internacionalización de las mismas por lo que se inicia un proceso de expansión de su línea de negocio.

De hecho, atendiendo a los resultados de los ejercicios posteriores, se ha reflejado grandes avances en sus procesos de expansión y diversificación del negocio tras las privatizaciones, lo que mejora los niveles de riesgo geográfico de la empresa. En el supuesto de que durante la crisis estas empresas hubieran seguido en manos públicas, quedado focalizadas en territorio español, la situación en su balance hubiera quedado muy deteriorada.

Por ejemplo, en Telefónica, los ingresos consolidados en los nueve primeros meses del año son del 24,8% para España, seguido de T. Hispanoamérica (23,9%), T. Brasil (21,0%), T. Deutschland (14,5%) y T. UK (13,4%), reflejando la alta diversificación de la cartera de los activos de la compañía.

Por otro lado, está la situación de las cuentas públicas españolas y los objetivos de déficit marcados por Bruselas. Si suponemos que el Estado pretende llevar a cabo una OPV sobre el 30% del SELAE, debería ingresar un importe alrededor de 8.000 millones de euros, una cifra que supone en la práctica casi ocho décimas de déficit público, lo que ayudaría al Gobierno a alcanzar sus compromisos.

Según las previsiones que realiza el Banco de España, para este año prevé que el déficit de sitúe en el 4,9% del PIB, esta cifra quedaría ligeramente alejada de la nueva agenda fiscal del Gobierno que persigue un objetivo déficit del 4,6% para este año y del 3,1% en 2017.

Este año ha sido un ejercicio de gran volatilidad por el efecto Brexit, elecciones presidenciales en EEUU y que en materia de gobernabilidad el país ha quedado bloqueado, incluso con la repetición de elecciones, lo que no era el contexto más apropiado para sacar la SELAE a Bolsa ¿Quizá en 2017?.

¿Qué representa el gran evento del Sorteo Extraordinario de Navidad en cifras?

El Sorteo Extraordinario de Navidad cuenta ya con 200 años a sus espaldas pero, a pesar de ello, en el 2015 se recaudó 2.583 millones de euros, con un aumento del 4,52% respecto al año anterior. Es, sin lugar a dudas, el sorteo más importante del año, por el negocio que rodea a este evento.

Este año han habido novedades interesantes ya que se ha puesto a la venta 165 millones de décimos y resguardos, lo que significa que tenemos hasta 5 millones de décimos y resguardos más que el año pasado, ya que la emisión consta de 165 series (en lugar de 160) de 100.000 números cada una (del 00.000 al 99.999).

Si hacemos números, dado que aquellos que quieran jugar a llevarse "El Gordo" deben pagar 20 euros por décimo siendo el total de 200 euros el importe del billete, la emisión del sorteo asciende a 3.300 millones de euros, y el 70% de ese importe queda distribuido en los premios.

Por lo que en el Sorteo de Navidad de este año habrán 70 millones de euros más que se destinarán a premios, lo que en total simbolizaría una cifra de premios de 2.310 millones de euros.

Para los que se lleven el Gordo, tocará a repartir 660 millones de euros, lo que supone 4 millones por serie. El segundo premio es de 206,25 millones de euros (1.250.000 por serie) y el tercer premio supone 82,5 millones de euros (500.000 por serie). También habrá, como es habitual, dos cuartos premios, ocho quintos y un sinfín de premios menores, incluyendo las aproximaciones y los diferentes reintegros. En el conjunto de las 165 series, el Sorteo de Navidad repartirá 25.251.600 premios.

El Estado se lleva un buen pellizco con este sorteo, por un lado quedarán el 30% perteneciente a los importes no distribuidos y por otra parte, Hacienda ingresará el 20% de los premios cuyo importes sea superior a 2.500 euros.

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