Según un estudio del banco mundial en España se tarda una media de 47 días y diez procedimientos en abrir una empresa. Eso sitúa a España por detrás de los demás países de la OCDE. Pero no sólo por detrás de muchos países del mundo desarrollado, sino por detrás de países como Camerún, Afganistán y Albania. Por supuesto muy lejos del país en el que menos se tarda, Nueva Zelanda. Allí crear una empresa tarda sólo un día.
En defensa de la burocracia española está la Sociedad Limitada Nueva Empresa, que tarda en montarse poco más de cuatro días. Pero a esta forma de abrir una empresa se han acogido sólo el 1% de las empresas, algo que no me extraña dadas las implicaciones que tiene.
Es fundamental para la competitividad de la economía española que se solucione este tema lo más pronto posible. No puede ser que se tarde mes y medio en poner en marcha un negocio con todas las de la ley. Si dos personas tuvieran la misma idea en España y en Nueva Zelanda, eso daría mes y medio de ventaja a nuestras antípodas. Además supone un coste muy grande para las nuevas empresas, incluyendo los papeleos. Acelerar este proceso sería una medida muy necesaria que se puede hacer en tiempos de crisis con poco dinero.
A favor del gobierno hay que decir que se trabaja para que los trámites se puedan llegar a realizar en 24 horas. Es algo que está bien, lo malo es que esa medida se debería de haber tomado antes. No obstante espero que esta medida facilite los negocios en general y no acabe siendo similar a la Sociedad Limitada Nueva Empresa, es mejor que el 95% de las empresas se establezcan en sólo cinco días a que el 10% se establezcan en 24 horas.