A priori, es buena noticia, aunque también es cierto que vamos a incumplir los límites de déficit pactados con Europa. El devenir de la precisión de déficit ha tenido varias revisiones a lo largo del 2012. La primera cifra que se puso encima de la mesa fue un 4,4% para el Estado con la redacción de los presupuestos generales para el 2012 y un 5,8% global. Con la revisión de Bruselas de estos presupuestos, se desestimó la evaluación de crecimiento y en el mes marzo, se fijó en el 5,3%. A posteriori, se revisó al alza hasta el 6,3%, cifra aceptada por Bruselas y el Gobierno para el 2012. Ahora, podemos leer un incumplimiento entre líneas, pero no excesivamente grave, dado que excederemos el límite impuesto en torno a los 6.000 millones de euros. No obstante, hay que recordar que dentro del cómputo del déficit público no se encuentra contabilizado el rescate a la banca ni los préstamos recibidos por Europa y hay que dejar muy claro también que cualquier incumplimiento sobre la revisión de septiembre, es un incumplimiento. Véase el global de deuda pública en circulación y el coste de financiación acumulado cómo lastra las cuentas públicas.
Por último, tenemos que analizar seriamente también cómo el plan de ajuste sigue generando un agujero de casi 70.000 millones de euros entre el desfase de ingresos y gastos y que a pesar de todos los recortes, la economía no está generando ingresos tributarios suficientes para darle la estabilidad suficiente. Tendremos que ver la publicación definitiva de la contabilidad nacional, pero he visto excesivos aplausos para unas cifras macro que sonrojarían a cualquiera.
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