18 años al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos y poco a poco se va acercando el momento del relevo. Ben Bernanke, asesor en estos momentos de la Casa Blanca, fue designado ya como su sucesor, cargo del que tomará posesión el próximo 1 de febrero, con lo que las evaluaciones sobre la figura de Greespan y las comparaciones con su sucesor no han más que empezado a aflorar.
Greenspan inició su carrera en la Reserva el 11 de agosto de 1987 elegido por Ronald Reagan, siendo confirmado en el cargo por George Bush Sr., Bill Clinton y George W. Bush. Recibió el legado de Paul Volcker, quien había conseguido transformar la Reserva Federal en uno de los verdaderos centros del poder financiero de Estados Unidos. Los datos desde entonces, 18 años al frente de la institución dónde los números hablan por él, una tasa de desempleo del 5,55%, una tasa anual de inflación media del 3% y lo más importante, tan solo dos recesiones no excesivamente severas, nada que ver con periodos anteriores. Su principal virtud ha sido mantener la calma en todo momento y transmitir esa confianza a políticos, mercados financieros y consumidores. A lo largo de su mandato se le han criticado pocas decisiones, entre ellas no haber intervenido con antelación en la burbuja de las .com a finales de los 90. Ha mantenido una discutida opinión al respecto al presentar la no necesidad de intervenir en el control de estas burbuja, fueran en bolsa, vivienda o cualquier otro tipo de activo, mientras que no pusieran en peligro la integridad de la economía en su conjunto. Alertando de ellas pero sin tocar los mecanismos que podrían regularla de alguna manera. Hoy algunos le critican que el no haber actuado con antelación llevo a que la burbuja bursátil estallara y, junto con los atentados del 11 de septiembre, le llevara a rebajar los tipos de interés a mínimos históricos, lo que ha supuesto, de nuevo, la aparición de una nueva burbuja, esta inmobiliaria.
Aún así la imagen de Alan Greenspan se ha mantenido en lo más alto, con la mitad de los economistas del mundo intentando descifrar cuales serían los siguientes pasos del que se ha llegado a llamar el “maestro” y generando entre sus conciudadanos un clima de seguridad en el crecimiento de la economía sin precedentes.
Los cambios en el mando de la Reserva Federal suelen ser desestabilizadores y siempre presagian ajustes bruscos en los mercados hasta que los actores conocen el nuevo diseño político del sucesor y en este caso, aunque se esperaba lo contrario, ya se percibió algo de marejada en el mercado de bonos poco después de su designación. Un número cada vez mayor de inversores está descontando un aumento de los tipos hasta el 4,5% desde el 3,75% actual antes de la sucesión. Dejando una situación complicada a su sucesor, con poco margen de maniobra y una economía en la que se siguen percibiendo serios problemas.
Vía | USnews Más información | Economist Libertad digital En el Blog Salmón | Greenspan: El precio del petróleo tensiona a los mercados