Muchos dirían que está contraindicado hacerlo, que en el largo plazo el juego se lleva consigo los empleos y el bienestar. Pero parece que para algunos países de Asia del Este significa la oportunidad de reactivar la economía desde el consumo y la industria turística. Para ello, algunas restricciones que pesan sobre los casinos están siendo flexibilizadas o estudiadas por los gobiernos para derogarlas próximamente.
El gobierno de Singapur, por ejemplo, quiere duplicar el número de turistas en los próximos diez años y cree que los casinos le permitirán cumplir su objetivo. Es por eso que recientemente dejó sin efecto las prohibiciones con relación al juego y puso en marcha la construcción de dos centros de juego para atraer visitantes de ultramar. Tailandia, Japón e Indonesia, estudian seguir el mismo camino.
¿Será tan fácil imitar a Macao, la ex colonia portuguesa que fue devuelta a China en 1999, donde sus 17 casinos generaron ingresos de unos US$5.000 millones?
Vía | BBC