Alan Greenspan está dispuesto a abandonar su puesto al frente de la Reserva Federal a finales del próximo mes de enero dejando las cosas muy claritas y advirtiendo a todos de las consecuencias de la situación económica actual de Estados Unidos.
En su intervención durante la última reunión de la Reserva Federal en Filadelfia, Greenspan comentó que es posible que el Congreso tenga que hacer "ajustes significativos" que redundarán en la reducción de las prestaciones sociales a futuros jubilados. Estamos hablando de la próxima jubilación de 78 millones de personas, la generación conocida como los 'baby boomers', la cual, va a ejercer una fuerte presión sobre las finanzas del país, unas finanzas protagonizadas por un serio déficit presupuestario. Greenspan instó al Congreso estadounidense a actuar con celeridad para que la próxima generación de jubilados tenga tiempo a adaptarse a los potenciales recortes en las prestaciones. ¿Y es justo que tenga que ser precisamente el colectivo de los futuros jubilados quien pague los excesos cometidos por Bush?
Estas preocupantes declaraciones y augurios de Greenspan fueron seguidos pocas horas después por un claro mensaje esperanzador del presidente George W. Bush, justificando su esperanza en que "se han creado más trabajos en el país y que, a pesar de los huracanes que golpearon la economía, esta goza de buena salud y la tasa de desempleo está en un 5%".
¿Deben con estas declaraciones estar un poco más tranquilos los futuros jubilados?
Vía | El Mundo