Un tema que aún no habíamos tratado, y que uno de nuestros lectores ya nos había reclamado es el de la huelga de transportistas que tiene lugar estos días en España. Pues bien, ya toca…
Hace unos días se anunciaba la convocatoria de una huelga de transportes, liderada por el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC). El motivo: los precios de los carburantes están por las nubes, y eso está afectando gravemente a la rentabilidad del sector.
Hoy se ha anunciado que el Ejecutivo de Zapatero y el CNTC han llegado a un acuerdo que comprende los siguientes puntos: * El Gobierno se compromete a “pedirle” a las Comunidades Autónomas que eliminen el famoso “céntimo sanitario” (que realmente no es un céntimo, sino que llega a ser de hasta 2,4 por litro de carburante. Pero como esta es una competencia transferida, en caso de que las CC.AA. se negasen, sería el propio Gobierno quien devolverá el dinero a los transportistas, pero sólo por el segundo tramo del impuesto (otros 2,4 céntimos que se podían añadir al anterior)… es decir, que se han conseguido asegurarse de que no lo suban más. * Una pseudo jubilación anticipada para aquellos que padezcan enfermedades reconocidas por ejercicio de su actividad profesional. * La gestión de los cursos para recuperar los puntos perdidos en el carnet de conducir. * La ordenación de las restricciones al tráfico en festivos.
Aún queda por alcanzar un acuerdo con los cargadores para que se de por finalizada la huelga, pero se da ya prácticamente por finalizada.
Al final, y como en la mayoría de las huelgas los resultados para los consumidores son:
- Los ciudadanos tendremos que financiar más la Sanidad, ya que con la eliminación del céntimo sanitario no toca más a nosotros.
- Los ciudadanos tendremos que admitir que los “profesionales de la carretera” puedan cometer más infracciones de tráfico… y con vehículos sin duda más peligrosos.
- Los ciudadanos tendremos que aguantar más atascos “de entrada” a las ciudades en los días festivos.
- Los ciudadanos tendremos que soportar el sobre coste de jubilaciones anticipadas, cuando los que trabajamos con teclado y ratón no podemos prejubilarnos por enfermedades de la espalda, vista, muñeca, o derivadas del stress.
Y cómo no, algún que otro transportista herido por los piquetes “informativos”.
Vía | El Mundo