En estos momentos estamos viendo a las empresas de Rating llamando mucho la atención a los políticos y financieros europeos, con sus recientes decisiones de reducción del rating de la deuda de Grecia y, como nos ha comentado Alejandro, de Portugal. Curioso que cuando cambian un rating, sólo se les critica cuando la bajan. El otro momento de críticas es cuando no hacen nada y después las cosas van mal, es decir, son criticadas por no haber bajado los ratings. Eso tiene la lógica tipicamente política de los líderes europeos, criticarles por bajar los ratings y, también, por no bajar los ratings a tiempo.
En estas páginas hemos criticado bastante a las agencias de rating por siempre actuar tarde y mal y, cuando los problemas estallan, parece que siempre están siguiendo acontecimientos, no liderando. Nuestros lectores en sus votos tampoco piensan que son fiables. Como dije hace ya mucho:
Vamos a recordar para qué necesitamos estas agencias de rating. ¿No era para saber qué inversiones son seguras, cuando las cosas van bien o mal? Cuando van bien, hay poco problema, incluso con los títulos de riesgo. Es cuando las cosas van mal que necesitamos saber esta diferencia entre las inversiones seguras y las otras.
El problema es que nadie parece que se acuerda de las agencias de rating hasta que nos dan malas noticias y, sólo en ese momento, se cuestiona su forma de hacer su trabajo, sus errores, su apresuramiento y sus equivocaciones. El problema es que casi todos los que sufren reducciones en su rating critican y, como consecuencia, sus críticas no tienen ninguna credibilidad.
Cuando estalló la crisis escribí en estas páginas que todos los ratings deberían reducirse, ya que las condiciones deterioradas de los mercados eran para que incluso las empresas y los países más solventes iban a ser golpeados y, como consecuencia, su solidad era, por definición, menos sólido que antes. Por supuesto que no se hizo nada y las agencias esperaron mucho para hacer cambios, justo cuando es más perjudicial para los países y para los mercados.
Si las agencias no actúan cuando deben y sólo sirven para desestabilizar aún más las situaciones ya complicadas, no sirvan para nada bueno y se deberían ignorar o cerrar.
El problema que tenemos es que jurídicamente todavía tienen un papel importante en los mercados financieros, ya que muchos fondos de inversion alrededor del mundo gestionando muchos billones tienen la obligación de invertir sólo en títulos con un rating determinado como mínimo. Es decir, si no tienes ese rating o si lo tenías y te lo bajan, todos estos fondos tienen la obligación de vender sus títulos, agravando aún más la situación que los que sufrieron la reducción de rating. Cómo mínimo, este vínculo se debe romper.
Si se piensa que las Rating son malas e inútiles o, peor, perjudiciales, se debe hacer algo desde el primer momento, no esperar hasta que te bajen el rating y gritar, el peor momento para criticar a las agencias de rating, cuando nadie te va a creer.
Vía | BBC Mundo y BBC News (en inglés)
En El Blog Salmón | Portugal ve rebajada la calificación de su deuda, todos a temblar otra vez
Imagen | mamvas