"Compradores de segundas residencias, domésticos o extranjeros, no serán capaces de mantener una demanda de 800.000 viviendas al año"
"La construcción no es el tipo de industria que da productividad para competir en una economía globalizada. Una vez que se frena, será difícil recolocar en otro sitio el exceso de mano de obra. El primer ministro, José Luis Rodríguez Zapatero, parece contento de continuar con las reformas introducidas por sus antecesores. Pero, a menos que Madrid lo evite, al boom español le seguirá pronto la familiar mediocridad del pasado"
Duro. Contundente. La economía basada en el ladrillo no puede durar para siempre. ¿Y entonces, qué?
Palabra de Wall Street Journal. Amén.