Todo esto parece una idea estupenda. El Gobierno vigilando si hay alguien que se está llenando los bolsillos abusivamente a costa de los ciudadanos. Pero en realidad es otra de las inefectivas y populistas medidas del presidente francés Sarkozy.
Y es que si hay distribuidores que están fijando márgenes abusivos, la mejor forma de combatirlos es generando competencia en la distribución. Alentando que haya empresas que compitan entre sí para que los vendedores usen los distribuidores más baratos para tener más margen y que a la vez genere competencia en la cadena de venta minorista y que al final se traduzca en una menor inflación. Esa es la mejor forma de combatir los márgenes abusivos. Es más, esto incluso es beneficioso cuando los márgenes son altos no por el abuso de unas pocas empresas sino por la ineficiencia de estas. Si a una empresa le sale muy cara realizar la distribución, la competencia le ayuda a "ponerse las pilas".
Y Francia (con todos sus Gobiernos) no es que se caracterice por la defensa de la competencia sino por la defensa de sus "campeones nacionales". Ahora se quejan de que la subida de precios es superior a la de otros países. Deberían aprender que sus acciones tienen consecuencias. Menos vigilar los márgenes y más fomentar la competencia en sectores que tienen un claro impacto en la inflación (de hecho, perdido el control de los tipos de interés, es lo único que se puede hacer para combatir la inflación).
Vía | El País