Este fin de semana, el Vicepresidente del Gobierno y futuro candidato del PSOE a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, señalaba a los bancos como los principales culpables de que los bancos concedieran hipotecas basura en la época de la bonanza y que ahora los afectados son las personas que firmaron dichas hipotecas.
Es cierto lo que dice, ya que los bancos y cajas tenían incentivos muy fuertes para llevar a la gente a firmar hipotecas que difícilmente podrían pagar, el cortoplacismo económico que tan profundamente nos ha afectado. Pero no es posible simplificar y señalar un único culpable.
Las personas que firmaban la hipoteca y que ahora se ven afectadas por los embargos y desahucios también tienen su parte de culpa. Una hipoteca no es una tontería, y por mucha presión social y del director de la sucursal que haya, hay que estudiar bien una operación financiera de tanta envergadura antes de meterse. Aquí también podríamos culpabilizar a la poca educación financiera que hay en España, debido a que en los planes de enseñanza básica no se habla de estos temas.
Y por último tenemos al regulador, que ha permitido estas prácticas. El Banco de España supervisa a los bancos y no debería haber permitido tantas hipotecas con avales, avales cruzados y todas las barbaridades que se han visto hace unos años. El regulador tendría que haber frenado a los bancos, impedir que se guíen por el cortoplacismo, y ha fracasado. Y al final Rubalcaba tiene parte de culpa en esto, pues ha formado parte del Gobierno desde 2006 y podría haber expresado su punto de vista en los Consejos de Ministros de entonces.
Es muy fácil echar balones fuera, pero todos debemos asumir nuestra responsabilidad. Los bancos, los reguladores y también la propia gente que pedía estas hipotecas son los culpables de que en España haya hipotecas basura que ahora lastran nuestra economía.
Vía | El País
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