Impaga, que algo queda

En España, a humilde juicio del que suscribe, tenemos dos lacras importantes que estrangulan a la pequeña empresa y, por tanto, constituyen un freno importante al emprendizaje, la competitividad y el crecimiento de la economía. Recordemos que un 99% de las empresas españolas son PYME, y que generan el 50% de los empleos.

Decía pues que existen dos problemas heredados y endémicos para las PYME. Ambos se relacionan con una frase estupenda que leí no se donde ahora mismo (agradeceré la referencia): La gestión de la PYME, y en especial de la pequeña empresa o microempresa, consiste básicamente en la gestión del circulante. En otra referencia que también leí hace poco hablaban de lo poco que puede preocuparse la PYME de la inversión en I+D, la fea del baile, cuando el empresario debe estar el 50% de su tiempo pendiente de cobrar a los clientes y el otro 50% ingeniándoselas para pagar las nóminas. En este contexto, que por sistema los pagos sean a 90 días ya es un problema, pero que encima sea común la figura del impago es sencillamente criminal con el tejido de pequeñas y medianas empresas. Por ello considero muy preocupante la noticia que leo en finanzas.com relativa al aumento de los efectos impagados en los últimos meses en relación con las cifras del año pasado. Como siempre, lamentablemente, me encuentro con un artículo plagado de estadísticas pero que no ofrecen una explicación del efecto ni un marco completo para evaluar el impacto de las cifras arrojadas. Por ejemplo, aumenta un 33% el importe de impagados. ¿Ha aumentado un 33% el número de efectos emitidos? Ya me imagino que no, pero sin ese dato es dificil evaluar cuánto ha aumentado realmente el impago.

Aun sin tener todos los datos, desde luego se puede concluir que la situación no pinta nada bien. Un 6,3% de efectos impagados más que el año pasado, y encima el importe de los mismos se situa un 26% por encima de los del año pasado. La conclusión, a falta de confirmación, insisto, es que nos endeudamos más veces y en mucha mayor cuantía. Y como te pille un impago gordo, y eso lo digo como empresario, se te lleva por delante. Típicamente la empresa que te deja el pufo seguirá adelante o tendrá un entramado de testaferros y sociedades puente que dejará al culpable a salvo, pero al sufrido autónomo o pequeño empresario, que no tiene presupuesto para contratar ingenieros fiscales (ni le sale a cuenta) le pueden acabar embargando hasta la camisa.

¿Qué puede hacer la PYME para defenderse de esta situación? Pocas cosas, pero importantes. Diversificar la cartera de clientes, no aceptar deuda por encima de la capacidad de la empresa para hacer frente a la misma y tener muy buena relación con el banco. Que facil, ¿verdad?

En El Blog Salmón | Sube la morosidad bancaria, crece la morosidad hipotecaria, ¿Y si no pago la hipoteca? Más información | retrato de la Pyme 2007 Viñeta del Maestro Vázquez cortesía de El Guerrero Errante

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