Los indicadores de la zona euro están al rojo, demostrando que la la austeridad conduce al desastre. A tres años del inicio de la crisis financiera y a dos de la quiebra de Lehman Brothers, la economía cae a su mínimo en siete meses, encendiendo las alarmas de una débil recuperación económica. El descenso de la actividad comercial y la inminente deflación en la economía estadounidense han sumido en el nerviosismo a la economía global, que se prepara para un aterrizaje forzoso.
La encuesta Markit, que mide la actividad del sector privado y que se realiza a 4.500 empresas de la zona euro, ha reflejado la debilidad de la economía europea con su mayor caida desde noviembre de 2008. El índice se deslizó a 53,8 puntos en septiembre, desde los 56,2 puntos de agosto. Aunque una cifra por sobre los 50 puntos indica crecimiento, la tendencia es fuertemente a la baja. De hecho, se había pronosticado una reducción más moderada de 55,9 puntos, y es esta gran diferencia lo que enciende las alertas de una nueva zambullida.
Como muestra la gráfica, los activos bursátiles se han desplomado un 30% desde el año 2007 y la recuperación se ha visto bastante accidentada. Parte de esta debilidad se acrecienta con la persistencia del desempleo a nivel global, que ha llegado, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo, y a lo que ha reconocido el propio FMI, a los históricos niveles de 220 millones de desempleados en el mundo. Como hemos advertido: el problema es el desempleo.
En Estados Unidos, el incremento del desempleo para septiembre será mayor al esperado acercándose al 9,9%, la tasa más alta a nivel oficial, aunque la real ya supera el 22% de acuerdo a los datos de ShadowStats. El producto de la zona euro creció un 1% en el segundo trimestre, y los actuales datos indican que el tercer trimestre la economía tendrá un crecimiento de 0,6%. Parte de este debil crecimiento es fruto de las medidas de austeridad aplicadas por varios países de la zona euro.
En El Blog Salmón | A un año de la quiebra de Lehman Brothers, La austeridad conduce al desastre
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