Tiene varias alternativas, puede intentar vender partes de las empresas por separado, si consiguen algún interés por alguna de esas partes, pueden seguir la solución francesa, inyectar capital estatal e intentar convencer a la comisión europea que esto no es realmente una ayuda estatal sino ayudas temporales y regeneración medioambiental, o se pueden cerrar las empresas. Como se ha desarrollado este sector a nivel mundial, los astilleros más eficientes y las mejores ofertas recibidas por los compradores de barcos y por los propietarios de barcos provienen de empresas que están muy lejos de Europa y que están incrementando cada vez más su oferta barata mientras mantenienen su calidad.
Con la estructura de gastos y las necesidades de nuevas inversiones que tienen los astilleros europeos, incluyendo los españoles, no hay ninguna justificación económica por mantener su continuidad. Aquí tenemos otro sector en el cual sería más rentable para el gobierno y para la sociedad cerrarlo, pagar el sueldo a los trabajadores por un periodo, incluso por 10 años, sin que trabajen en sus trabajos. Con este sueldo, estos trabajadores pueden buscar otros trabajos o buscar reeducación que les permitan moverse a nuevos trabajos y, si no tienen éxito en esto, jubilarlos.
Esta estrategia sería más barata para el país que continuar con las costumbres actuales. Nos ahorraríamos las subvenciones y las inversiones, ayudaríamos a los trabajadores en el sector y evitaríamos que nuevos trabajadores entren en un sector con tan poco futuro.
Vía | Estrella Digital En El Blog Salmón | Más problemas en el futuro para los astilleros y El fin de la agricultura española