La verdad es que una afirmación de este tipo no debería sorprendernos en absoluto. Mayor libertad económica significa menos políticos, y ello debería significar necesariamente menos posibilidades de trincar, untar y salir corriendo por parte de estos. El caso contrario, un país con gran intervencionismo, requiere de mayor cantidad de políticos, y ello parece traducirse en mayores posibilidades de que estos se corrompan.
En este contexto, quizás opciones como Podemos, que defienden un mayor peso del Estado en la economía, podrían significar un retroceso en libertad económica y un avance (a peor) en corrupción, como bien ha pasado en Venezuela, país idolatrado por nuestro amigo Pablo Iglesias.
Y es que es más que seguro que la solución a la corrupción no pasa por aprobar más leyes e imponer más restricciones. Este gráfico nos demuestra que la libertad económica es una variable fundamental para aminorar esta lacra. Una lástima que nuestros gobernantes no quieran avanzar en este sentido.
Vía | The Acorn, Libre Mercado
En El Blog Salmón | España mejora en el ranking mundial de corrupción