Después de una teleconferencia se tomó la decisión. La única vez que había ocurrido algo parecido fue después del 11S, cuando la Fed y el BCE bajaron los tipos medio punto de forma coordinada.
Según el comunicado conjunto, la inflación se está moderando y aunque sigue siendo prioritario evitar una subida de precios de segundo orden, provocada por el aumento de los salarios, es también importante garantizar un crecimiento sostenido, empleo y una estabilidad financiera.
La medida sirve para dar confianza a los mercados, indicar que se está haciendo algo, pero a efectos prácticos, como ya comenté el otro día, los tipos efectivos en el mercado interbancario están muy por encima de los tipos oficiales. Luego, si no se estabilizan dichos tipos, da igual que los tipos oficiales sean más bajos. Seguirá habiendo escasez de liquidez y los tipos hipotecarios seguirán siendo altos.
Para los que se alegran de esta bajada por los efectos en la hipoteca: puede que el Euribor no baje, ya que su valor depende los préstamos entre bancos, que están más condicionados por la desconfianza en la calidad de los activos que en los tipos oficiales.
Cuando la desconfianza desaparezca, el Euribor volverá a aproximarse a los tipos oficiales, la crisis financiera habrá pasado y posiblemente los bancos centrales eleven los tipos para que no surja de nuevo una burbuja crediticia.
Vía | El Economista Imagen | AlphaTangoBravo / Adam Baker