Tras salir del top 50 de ciudades más caras del mundo en el informe Mercer de este año, este nuevo informe sitúa a Madrid justo detrás de París y Londres en la lista de las mejores ciudades del mundo para hacer negocios, empatada con Los Ángeles y Toronto. Supera así a ciudades como Yokohama, Nueva York, Chicago, Milán o Moscú.
El informe ha tenido en cuenta datos como el tamaño de la población, relevancia política, diversificación de servicios y actividad económica. Así pues, ¿No seremos los españoles algo quejicas respecto a lo duro que es nuestro entorno para emprender? Si bien siempre he defendido que la fiscalidad y la burocracia no son las adecuadas para la promoción de iniciativas emprendedoras, he de confesar que no deja de sorprenderme que una consultora extranjera nos situe como un paraiso de las finanzas y la inversión.
Siendo así, ¿Quién tiene la culpa de la baja competitividad española? ¿Se trata de algo cultural o bien este informe no ha tenido en cuenta otros factores como la carga fiscal y laboral, el nivel de preparación de los profesionales o algo tan intangible como la cultura emprendedora?