La economía británica está estrechamente ligada a la de la UE debido a que es su mayor socio comercial, con el 44% de todas las exportaciones del Reino Unido. Como Estado miembro, hoy por hoy, el Reino Unido puede comerciar con otros estados miembros sin la carga de los controles aduaneros o aranceles. Las regulaciones comunes significan que las mercancías no tienen que ser examinadas cuando cruzan las fronteras. Sin embargo, con el Brexit esto ya no sería así.
Para decidir cómo, Theresa May está negociando actualmente un acuerdo con Bruselas sobre las condiciones de salida. Esas negociaciones comenzaron en marzo de 2017, cuando en mayo se puso en marcha el Artículo 50, un instrumento legal nunca antes probado que daba al Reino Unido exactamente dos años para negociar un acuerdo antes de su fecha de salida en el que se pone en juego el tráfico de mercancías, capitales y personas.
Cuenta atrás... Antes de octubre es necesario el acuerdo
May ya ha asegurado un "período de transición" de 21 meses como parte de las negociaciones, dando al Reino Unido tiempo para buscar acuerdos fundamentado en el libre comercio con otros países de todo el mundo, sin dejar de ser capaz de comerciar con Europa.
Pero si los legisladores británicos o más de siete países de la UE rechazan cualquier acuerdo que el Reino Unido forje con los negociadores europeos, ese período de transición no entrará en vigor, y el Reino Unido se enfrentará a un futuro incierto a partir del 29 de marzo del próximo año.
Quedan poco más de siete meses hasta ese día. Pero en realidad, May tiene aún menos tiempo. Los negociadores están mirando este octubre -a menos de tres meses de distancia- como la fecha en la que un acuerdo debe ser finalizado para dar a los legisladores en el Reino Unido y Europa tiempo suficiente para ratificar el acuerdo. Para complicar aún más las cosas, el Parlamento británico se encuentra actualmente de vacaciones de verano.
Pero las negociaciones podrían saltar por los aires y no alcanzar ningún acuerdo. En el supuesto de que no haya un acuerdo entre las partes, un hecho que a día de hoy no ha sido descartado, el Reino Unido se prepara y ha lanzando sus recomendaciones.
Las recomendaciones del Reino Unido para los británicos en el supuesto de un no-acuerdo
En la página web del Gobierno del Reino Unido, se han publicado diversos documentos para que tanto empresas como particulares sepan en todo momento en qué situación se encontrarían para hacer cualquier actividad como por ejemplo agricultura, exportación e importación, dinero e impuestos, cuestiones sanitarias, estudiar en el Reino Unido o la UE y los derechos en el lugar de trabajo.
La agricultura es un tema vital para el Reino Unido porque Europa ha desarrollado una extensa Política Agrícola Común (PAC). Esto hace que los fondos de la UE estén disponibles para reembolsar, total o parcialmente, los pagos de apoyo que el gobierno del Reino Unido hace al sector. El Reino Unido afirma que el actual esquema de pagos continuaría debido a que el país es actualmente un contribuyente neto al presupuesto de la UE, por lo que los agricultores no deben tomar ningún tipo de medida.
Como hemos comentado anteriormente, la Unión Europea es el principal socio comercial del Reino Unido, por lo que el no-acuerdo tiene un impacto relevante en la cuestión de importaciones y exportaciones. Y lo primero que dice el Reino Unido sobre esta cuestión es que las empresas deben tener en cuenta el volumen de su comercio con la UE y cualquier posible impacto en la cadena de suministro, como la interacción con otras empresas de la cadena de suministro para garantizar que se lleva a cabo la planificación necesaria en todos los niveles.
¿Cómo funcionaría el comercio exterior Reino Unido con la UE? Si no existiera ningún tipo de Tratado de Libre Comercio entre Reino Unido y la Unión Europea, el comercio con la UE se realizará en condiciones no preferenciales, de la Organización Mundial del Comercio. Esto significa que los aranceles de Nación Más Favorecida (NMF) y las normas de origen no preferenciales se aplicarían a los envíos entre el Reino Unido y la UE. Es decir, para las importaciones, se requerirá una declaración de importación, se podrán realizar controles aduaneros y se deberán pagar los aranceles aduaneros. Para exportar, se aplicarían los procedimientos aduaneros de la misma manera que lo hacen actualmente cuando exportan bienes a un país no perteneciente a la UE
Asimismo hay otra cuestión en el comercio exterior, el IVA. Las empresas registradas en el Reino Unido que importan bienes al Reino Unido podrán contabilizar el IVA de importación en su declaración de IVA, en lugar de pagar el IVA de importación en el momento en que las mercancías lleguen a la frontera del Reino Unido o poco después. Para los exportadores, las empresas del Reino Unido podrán vender las mercancías a los consumidores de la UE sin un precio mínimo y recuerda que los Estados miembros individuales de la UE pueden tener diferentes reglas para el IVA de importación.
Los británicos que residen en países miembros de la UE o simplemente hacen turismo se benefician de su sistema sanitario se les puede exigir que regresen al Reino Unido para el tratamiento o para adquirir un seguro médico o de viaje. Si se requiere que los pacientes regresen al Reino Unido para recibir atención médica, el Servicio Nacional de Salud será sometido, lo que sometería a su sistema de salud a un coste adicional de 500 millones de libras esterlinas por año.
Los servicios financieros son un sector altamente regulado, y el mercado interno de la UE para servicios financieros está altamente integrado, respaldado por normas y estándares comunes. Actualmente, las empresas, las infraestructuras de los mercados financieros y los fondos autorizados en cualquier país del Espacio Económico Europeo -formado por la UE, Noruega, Islandia y Liechtenstein- pueden realizar muchas actividades en cualquier otro país del EEE a través de un proceso conocido como "pasaporte", como resultado directo de su autorización en la UE.
En el supuesto del no-acuerdo, las instituciones financieras deberán identificar la exposición al riesgo regulatorio, es decir, permisos regulatorios para operar en los respectivos mercados y el acceso a las infraestructuras del mercado financiero. Se especifica que los clientes podrían enfrentar mayores costos y tiempos de procesamiento más lentos para transacciones en euros al perder el accedo a la infraestructura central de pagos.
Erasmus+ es el programa de financiación de la UE para la educación, la juventud, la formación y el deporte, que proporciona 14.700 millones de euros en subvenciones para intercambios y colaboración durante 7 años (2014-2020). El Reino Unido es un contribuyente neto al presupuesto general de la UE y es uno de los destinos más populares para los participantes de la UE.
Bajo este punto, el Gobierno aclara que cubrirá el pago de premios a los solicitantes del Reino Unido para todas las ofertas exitosas de Erasmus+ presentadas antes de que el Reino Unido salga de la UE y que todo queda a la espera de un eventual acuerdo con la UE para que las organizaciones del Reino Unido continúen participando en proyectos Erasmus+.
A día de hoy, cualquier ciudadano del Reino Unido tiene derecho a trabajar en cualquier país del Espacio Económico Europeo (EEE) y Suiza sin un permiso de trabajo. Sin un acuerdo, sería necesario un permiso de trabajo. En la mayoría de los casos, será necesario una oferta de trabajo del país para obtener una visa y mudarse allí.
Un acuerdo para los ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido
Por ahora, lo que hay en firme es un acuerdo en sobre cómo quedará la situación de los ciudadanos de la UE en el Reino Unido. El acuerdo identifica dos periodos claros: Después del 29 de marzo de 2019 (fecha Brexit) y después del 31 de diciembre de 2020.
No hay que preocuparse de nada para aquellos que residan en el Reino Unido porque Los derechos de los ciudadanos de la UE y sus familias que viven en el Reino Unido no cambiarán hasta el 1 de enero de 2021. Hasta esta fecha, los ciudadanos de la UE seguirán pudiendo vivir en el Reino Unido y accede a los fondos y servicios públicos como lo hacen en este momento.
A partir de este año, los ciudadanos de la UE y sus familiares que viven en el Reino Unido podrán comenzar a solicitar el estatus de inmigración en el Reino Unido a través del nuevo Esquema de Liquidación de la UE que se deberá realizar hasta el 30 de junio de 2021.
A partir del 1 de julio de 2021, los ciudadanos de la UE y sus familiares en el Reino Unido deberán tener o haber solicitado el estatus de inmigración del Reino Unido para residir allí legalmente. En la mayoría de los casos, la elegibilidad para el estado establecido se basará en si ha vivido en el Reino Unido durante 5 años. Si no califica para el estado establecido porque no ha vivido en el Reino Unido durante 5 años, se le puede otorgar el estatus pre-establecido.
Según el acuerdo, no se otorgará el estatus para aquellos que o bien si no eran residentes en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020 o bien son rechazados debido a sus graves condenas penales o por razones de seguridad o fraude.