Paraísos fiscales ¿en auge o decadencia?

Tener una cuenta en un paraíso fiscal o una empresa offshore, nunca ha sido tan poco privado como hasta ahora. Principalmente porque desde la lista Falciani, los papeles de Panamá y otras iniciativas como Wikileaks, parece que cada vez es más fácil que alguien llegue y haga público que utilizas tácticas de evasión agresiva de impuestos.

De momento, ya tenemos figuras políticas de primer nivel como el ministro Soria, que ha renunciado a sus funciones debido a los papeles de Panamá. Así como otros afectados en Islandia o Reino Unido. Pero no hace falta ser político o famoso dela tele para tener dinero offshore. Dado que los paraísos fiscales son más transparentes, ¿podemos decir que están en decadencia?

¿Qué es un paraíso fiscal?

Los paraísos fiscales surgieron principalmente en los años 60, con la descolonización. Pequeños estados dejan de estar sometidos a las leyes de las potencias coloniales, y encuentran un nicho de mercado dando ciertos beneficios fiscales. Aunque posiblemente podamos decir que la idea es anterior, hay quién sitúa su origen en las islas que servían de refugio a los barcos piratas que abordaban los buques españoles llenos de oro.

Los paraísos fiscales del mundo se clasifican principalmente en tres grupos, aquellos que son dependencias de la corona británica (Gibraltar, Islas Vírgenes Británicas, etc), los que son estados europeos y por último el tercer grupo heterogéneo del resto de paraísos fiscales: Panamá, Dubai, economías emergentes, etc.

Normalmente la idea que tenemos de paraíso fiscal es un país pequeño, típicamente una isla del caribe o un pequeño estado europeo con leyes con bajos impuestos. En realidad, un paraíso fiscal es algo más complicado. Normalmente se considera que un estado es un paraíso fiscal si cumple una o más de las siguientes condiciones:

  • No tiene impuestos nominales (o son muy bajos), de modo que se puede ahorrar dinero declarando la residencia en el mismo.
  • Protección de la información financiera personal, de modo que muchas veces los bancos o empresas de servicios financieros no pueden desvelar la información financiera de sus clientes, aunque lo intenten.
  • Falta de transparencia, que limita la capacidad de otros estados de aplicar sus legislaciones fiscales efectivamente.

El problema surge, en que estos criterios son bastante vagos, de modo que dependiendo del país, se puede considerar que otro país es un paraíso fiscal. De hecho, incluso algunos consideran que España lo es a través de las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros. Brasil por ejemplo ha considerado a nuestro país como un paraíso fiscal por considerarlo competencia fiscal desleal. Cualquiera que esté ahora con su declaración de Hacienda viendo lo que paga al fisco, seguramente discrepe de del criterio de Brasilia.

Cada vez menos paraísos fiscales

El número de paraísos fiscales está en disminución, por ejemplo mediante los acuerdos que se hacen entre los países y estas jurisdicciones. Por ejemplo, por mucho que hayamos podido oír sobre Suiza, este país no es considerado un paraíso fiscal por la mayor parte de los países del mundo (y dicen que la competencia asiática de Hong Kong y Singapur viene fuerte).

Podemos pensar sobre que Suiza es seria y grande, pero ¿qué tal Liechtenstein, Andorra y Mónaco? Desde 2009 no están en la lista de paraísos fiscales de la OCDE, ni en la de la UE (aunque sí en la de España).

Esta lista también disminuye para España. Por ejemplo en 1991, la lista de paraísos fiscales según el Ministerio de Hacienda era de 48, en 2015, se había reducido a 33. Por mucho que nos pueda parecer, el número de estos lugares es cada vez menor. En general la legislación y la presión creció bastante después de los atentados del 11 de septiembre.

Así que a pesar de los papeles de Panamá o de la lista Falciani, el número de países considerados paraísos fiscales está disminuyendo lentamente mediante los acuerdos bilaterales. No obstante, eso no implica que el uso de los paraísos fiscales esté disminuyendo, sino todo lo contrario.

¿Se usan más o menos los paraísos fiscales?

Aquí tenemos una cuestión importante, puede que el número de paraísos fiscales esté disminuyendo, pero ¿significa que hay menos dinero en los mismos? O al menos que cada vez se incremente menos su uso. Este punto es bastante complicado de conocer, principalmente porque por el secretismo mencionado anteriormente, es complicado tener una evaluación de las cantidades depositadas en paraísos fiscales.

Por ejemplo según un estudio de Tax Justice Network en 2012, las cantidades que se entendía que los superricos tenían en paraísos fiscales, oscilaba entre 21 y 31 billones de dólares. Esta cantidad se calculó utilizando datos de la OCDE, las Naciones Unidas y el FMI. Esto supondría un incremento de entre siete y nueve billones entre 1970 y 2010.

De esta cantidad, aproximadamente 100.000 personas tenían entre alrededor de 9,8 billones de dólares offshores. Para esta organización, los centros financieros offshore funcionaban como un agujero negro económico. Tabién hay quién reporta un incremento del uso de jurisdicciones offshore por parte de los Familly Offices (las empresas que gestionan el patrimonio de los ricos).

Además, según el análisis de El Confidencial de DataInvex, más de la mitad de la inversión que entró en España entre 2012 y 2013 llegaron de circuitos offshore. Y buena parte de la inversión española al exterior se hizo en circuitos offshore. Claramente, es muy difícil para los estados conseguir reducir estos flujos tan grandes sin afectar a su economía.

Por último, hay que recordar que muchas veces dentro de los grandes bloques de jurisdicción (la Unión Europea y Estados Unidos principalmente),** existen lugares con legislaciones más favorables**, en EEUU son los casos de los estados de Nevada y Delaware y en la UE tenemos a Luxemburgo o el famoso sándwich holandés, que permite a muchas grandes empresas ahorrar en impuestos.

Incluso, a nivel más bajo, dentro de España tenemos los famosos paraísos fiscales de los coches, dónde están registrados la mayor parte de los vehículos de renting de España, dado su bajo Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. A una escala más grande sucede con las banderas de conveniencia de muchos navíos.

Y es que en el fondo, aunque no nos puedan gustar los paraísos fiscales, la competencia fiscal existe y existirá siempre que haya subjurisdicciones con competencias sobre la fiscalidad. Algo que de momento, es bastante abundante.

En El Blog Salmón | Los españoles con offshores... ¿qué destinos eligen principalmente?

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