Acabamos de ver un país que acepta sus responsabilidades de salir de su situación económica financiera sin chantajear a sus compañeros europeos con el desplome del Euro y del sistema financiero europeo. Este país es Polonia y acaba de acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir una extensión de sus líneas financieras acordadas hace un tiempo, para respaldar su política económica en estos tiempos complicados para los países europeos. Con estas ayudas, Polonia tendrá que seguir haciendo frente a sus obligaciones y adecuar sus políticas económicas y financieras para que su situación sea sostenible, camino que están siguiendo.
En general, cuando los países europeos vieron sus situaciones bajo la lupa de los mercados financieros y su resultante presión financiera, incluso antes del estallido de la crisis de Grecia, he pedido a los países europeos que necesitan apoyo financiero que acudan al FMI para recibir el respaldo financiero necesitado y, como consecuencia, para recibir la revisión necesaria del FMI sobre sus políticas económicas y sobre cómo asegurar su sostenibilidad financiera.
Desde que esta entidad multilateral se fundó, el FMI ha sido impuesto por los países ricos a los países pobres que se encontraban en dificultades económicas y financieras y que necesitaban ayudas externas para salir adelante. Por supuesto que estas ayudas fueron acompañadas con condiciones sobre cómo ajustar las políticas económicas para el establecimiento del crecimiento sostenible para impulsar el crecimiento, el desarrollo y el pago de las deudas. Estas políticas económicas se denominaron el Consenso de Washington.
Los resultados no siempre han llegado a los objetivos buscados y muchos, incluyendo en estas páginas, han criticado el Consenso de Washington, ya que exige políticas económicas que los políticos no quieren introducir. Raras veces los políticos aceptan voluntariamente tomar decisiones difíciles. No obstante, viendo las políticas económicas del Consenso de Washington, es necesario exigir estas políticas económicas ya que, si no se hace, los países siguen en el mismo camino que les llevó a necesitar las ayudas y, tarde o temprano, volverán a la cola pidiendo más ayudas.
Estos son los argumentos básicos en contra de lo que se denominó la solución europea a las dificultades económicas de los países europeos ya que, buscaban ayudas de los otros países miembros, reemplazando al FMI y evitando sus condiciones económicas, manteniendo la libertad sobre la políticas económicas nacionales. Esta libertad trae consigo el peligro de no hacer nada o de hacer poco, con el resultado de que estos países volverían a sus socios a pedir más ayudas y a pedir más retrasos sobre los pagos acordados. Predije que esto ocurriría y lo estamos viendo, por ejemplo, con Grecia ya pidiendo retrasar los pagos acordados cuando recibieron sus ayudas iniciales.
Polonia está siguiendo el camino responsable y no está siguiendo el camino de varios países europeos de amenazar a sus compañeros con tirar abajo al Euro y la economía europea exigiendo que sus compañeros europeos les saquen de sus líos. El de Polonia es el camino a seguir si los países europeos quieren ayudas, que dejen de amenazar, que hablen con el FMI y que introduzcan políticas económicas sostenibles.
Vía | BBC News (en inglés)
En El Blog Salmón | Si el FMI ayuda a países europeos que sea con condiciones y Los diez mandamientos del FMI para el ajuste fiscal de la UE
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