La teoría del eterno retorno es un clásico de la Filosofía. ¿Hastá que punto puede ser cierta?, ¿puede ser un engaño de nuestra mente, que le facilita el explicar las nuevas realidades basándose en lo ya conocido? No lo sé. Pero cuando abordo el siguiente tema no puedo dejar de preguntármelo: ¿qué son las free cities?
Este va a ser un post un tanto denso y largo. Lo siento. Prometo que el siguiente, para compensar, será ligero y evanescente, pero para hablar de las free cities tendré que remontarme al pasado, explicar qué podemos entender como free cities, su diferencia con las charter cities, sus posibles ventajas, las experiencias en marcha al respecto, y las críticas propias y ajenas a este movimiento. Casí nada.
Regreso al pasado: el orígen de nuestras ciudades
Nada de precuelas a posteriori, empezamos directamente con los antecedentes. Y los antecedentes de nuestras ciudades, las de nuestro entorno, tal y como las conocemos hoy, se hunden en la época feudal, con todos los matices y excepciones que deseemos.
Frente al poder territorial de los señores feudales o de la Iglesia, determinados núcleos de población crecen independientes de los mismos, o, mejor dicho, en buena medida crecen bajo la protección del Rey. En dichas ciudades, en ausencia del señor feudal de turno, se desarrollará la burguesía,que toma su nombre precisamente del lugar donde florece.
Un aspecto importante es que el marco legal de las villas, ciudades o burgos era diferente al de los señoríos feudales, lo que tenía su sentido. La realidad que debia regir era bien distinta y además se usaba como un factor de atracción de población y un modo de ganarse para la causa de la realeza a sus habitantes. Algunos lo calificarían de privilegios.
Por cierto, que hoy todavía quedan vestigios en nuestro país de aquel pasado, y en función de tu vecindad civil, es posible que te rijas bien por el Derecho Común, el del Código Civil, bien por el Derecho Foral, lo que tiene una importancia brutal en cuanto al Dº Patrimonial Familiar.
Resumiéndolo mucho, y generalizando exageradamente, las ciudades se configuran en la Edad Media como entidades al margen de poder territorial ordinario, con un marco legal ad hoc, habitualmente bajo el patrocinio o protección de un monarca. Estas ciudades experimentaran con el tiempo un fuerte crecimiento.
¿Qué son las free cities?
Este post arrancaba con una de las charlas en TED de Paul Romer,profesor de la NYU Stern School of Business y creador de Charter Cities, una organización destinada a impulsar su idea. En sus propias palabras, ¿qué es una charter city o ciudad con estatuto?
El concepto de charter city o ciudad con estatuto incluiría cualquier ciudad a la que se le concede una normativa especial, radicalmente diferente de la que rige en el resto del Estado del que forma parte.
Lo cierto es que Romer lo centra en el plano económico, como una vía para explorar el desarrollo de zonas especialmente atrasadas, pero en esencia podría valer para cualquier otro propósito. Pensemos en Auroville, en la India, que poco tiene que ver con la idea de Romer y lo cerca que está de la misma.
¿Son equivalentes las free cities a las charter cities? Depende de lo que entendamos por free cities. Si por free cities enttendemos que se trata de que no se rigen por las mismas reglas que el resto de las ciudades, sí. Pero si hablamos de ciudades con una intervención estatal mínima, lo que prodriamos denominar como ciudades liberales, la respuesta es no.
Podría existir perfectamente una charter city estalinista (qué cerca esta Marinaleda de esa posibilidad), pero llamarla free ciy creo que es liarlo. Reservemos pues ese concepto para las charter cities de inspiración liberal o libertariana, que dicen en los EEUU.
Estamos pues hablando de zonas especiales, de la convivencia dentro de un mismo Estado de lugares con marcos legales diferentes, generalmente encaminados a ser motor económico del país, la cuña hacía el desarrollo de dicho terriotorio. Menciona a China, hablando de Hong Kong y de las otras zonas especiales, equiparándolas (aunque creo que se corresponden a realidades bien distintas).
Si queréis ver más ejemplos, podéis encontrarlos en este artículo de Albert Esplugas.
¿Por qué las ciudades?
Alguno se preguntará que esto es ser poco ambicioso, que si algo es bueno para qué conformarse con una ciudad, que mejor un territorio más amplio, un Estado. Pero Romer nos indica que debemos dejar a la gente la libertad de elegir, la posibilidad de optar, y que además es mucho más sencillo desarrollar esos cambio en un entorno mucho más controlado (no se qué diran los impulsores de Free State Project o el propio William Pennn).
Cuando lo escucho no dejo de pensar en aquellos que frente a lo que ha venido a denominar rurbanismo apuestan por esa masificación de las ciudades que a algunos les asusta. Me refiero a gente tan dispar como Edward Glaser o Jane Jacobs (me imagino la cara de horror de esta última ante la “planificación liberal” de estas propuestas.
En este sentido, os recomiendo que le echéis un vistazo a esta otra charla de TED, que ofrece una visión acerca del potencial de crecimiento y autodestrucción de las ciudades. Sumamente interesante su reflexión acerca de como doblar la población de una ciudad supone un crecimiento de un 15% en prácticamente todos los factores que analicemos de la misma (precios, sueldos, enfermedades, etc…)
¿Cómo se organizaría una free citie?
Respecto a la organización de la free cities creo que estos dos vídeos de la UFM pueden darnos algunas pistas al respecto. El primero algo introductorio y que vuelve a tocar temas que ya hemos tocado:
El segundo, perteneciente a las mismas jornadas, va algo más al grano
Al margen de estas propuestas hay otras como las de P. Friedman (nieto de Milton) y su Seastading, o construcción de ciudades marinas más allá de las aguas territoriales que, si bien son de una ejecución técnica colosal, salvaría alguna de las dificultades que luego veremos.
¡Viva Honduras!
Lo siento, no he podido evitar hacer la broma fácil a cuenta del lapsus de Trillo, pero es que precisamente Honduras tiene un papel importante respecto a las free cities, ya que en su día se presentó un proyecto para construir hasta tres free cities en una zona deprimida
Se trata de un proyecto en el que estaba involucrado el propio Romer y su organización Charter Cities.
Sin embargo, finalmente su equipo se ha desvinculado del mismo, ante las denuncias sobre la poca claridad del proyecto, que han despertado múltiples suspicacias sobre los patrocinadores del proyecto.
Y no me extraña tanto.
Críticas y dudas
Ya os podéis imaginar las principales críticas que se hacen a este tipo de proyectos. Veamos algunas de las más habituales desde posiciones opuestas a los postulados liberales:
- Supone una cesión de soberanía: es posible, no lo niego, pero ya dije en su momento que este es un concepto que para mi estaba sobrevalorado. ¿Soberanía para qué?, ¿soberanía para estrujar a las clases medias?, ¿soberania para financiar un modelo que beneficia a aquellos que apenas contribuyen al mismo?, ¿soberanía ara acabar con el derecho de propiedad?
- Algunos directamente lanzan el anatema de “secesionista“, a este respecto cabe pensar que suelen ser los mismos que se llenan la boca con el derecho de autodeterminación de los pueblos. Ya que son tan respetuosos con los nacionalismos, cabe preguntarse por su negativa a ejercer una autodeterminación no basada en un sustrato cultural, si no en uno ideológico. ¿Sólo los nacionalistas tienen derecho a la independencia?
- Se presta a negocios oscuros: cierto, al igual que cualquier desarrollo urbanístico medio, que cualquier gran centro comercial, que cualquier reclasificación de terrenos. Y a los críticos de las free cities no les veo protestar frente a la apisonadora de derechos y generadora de dinero irregular que es toda la normativa urbanística.
- Es un caso claro de discriminación y puede causar distorsiones: yo diría que les asusta el que la gente pueda comprara y optar, no vaya ser que se queden solos y tengan que quitarles el pasaporte a los que vivan en su paraíso social.
Yo veo dos problemas. El primero parte del origen de dichas ciudades, de dichas zonas especiales, manchadas por un pecado original, como es la intervención estatal. Ese Estado que decide crearlas, y que hará uso de su poder normativo y de toda la coacción de la que dispone para afectar bienes y recursos al desarrollo de dichas urbes. es extraño hablar de free cities refiriéndonos a casos como los que hemos visto en China. ¿Free de qué?
Mucho me temo que las free cities así fundadas no podrán librarse de esa sombra, tutela o amenaza, que en cualquier momentos les arrebataría o condicionaría en su supuesta autonomía legal. ¿De verdad cree Romer que con una buena normativa bastará para mantener alejados a los adoradores del Estado de sus free cities? Pero los problemas van más allá. Os ruego que veáis el siguiente documental:
Se trata de Gurgaon, la que podríamos considerar el modelo de free city de la India. Pues bien, con todo lo malo y lo bueno que tiene, ultimamente digamos que está teniendo problemas con el suministro eléctrico, pues el Estado prioriza el suministro a los granjeros situados fuera de la ciudad frente al de los habitantes de la misma.
Vaya, que en los puntos de conexión entre las free cities y el resto del territorio “ordinario” iban a surgir fricciones. En tanto en cuanto la ciudad dependa de algún suministro del antiguo régimen es posible que se encuentre con alguna sorpresa, con algún palo en la rueda, con alguna vendetta de los que se quedaron atrás.
En todo caso no es extraño que los hombres soñemos con ciudades ideales, con nuestra particular Utopía. Y es que todo vuelve.
En El Blog Salmón | La OCDE fomenta las ciudades compactas, Las ciudades densamente pobladas son la solución
Más información | Austroanarquistas, Prospect Magazine, Instituto Juan de Mariana, Libertad y Progreso