No tengo empacho en reconocer que uno de los principales problemas de España es la corrupción. En este sentido puedo entender iniciativas como las de Pandora Box TV, una productora que nos ofrece a través del crowdfunding o micromecenazgo la posibilidad de financiar el documental Corrupción: el Organismo nocivo. El video divulgativo del proyectoes el que encabeza este post, y podéis ampliar la información en Verkami o en la propia web del proyecto.
Yo no lo voy a hacer. Y ya digo que no es debido a que no crea en la magnitud del problema, que lo he vivido de cerca. No lo hago debido a que, y presuponiendo la buena fe de los intervinentes(, que lo hago, no voy a compartir el diagnóstico ni la terapia. Unas lineas para explicarme.
Por lo que veo el documental tiene una doble vertiente. Testimonios de primera mano de personas que por su condición de funcionarios, emplea públicos, etc han sufrido los embates del Sistema (que diría Mario Conde) por no plegarse o no mirar hacia otro lado. Y por otro, recoger las teorías de "opinólogos" al respecto. Y en el primer grupo me encuentro con alguien como el exfiscal Jiménez Villarejo, tremendamente significado políticamente desde un punto de vista partidista (si, con los mismos partidos que son los principales beneficiarios del sistema que denuncia), y que parece, sin embargo que quiere vender la idea de mantener una pureza prístina, propia de niño de la Primera comunión, de recién llegado (horror, aquí se juega, que decían en Casablanca).
Pero es que, como decía, prescindiendo de este hecho, me encuentro con el principal obstáculo, que refleja perfectamente la intervención de una de las damnificadas por los corruptos: es que mis funcionarios estaban siendo corrompidos por la sociedad civil. Como si la corrupción fuese cosa de malvados capitalistas con chistera y puro de cartel malo de partido comunista de los años cuarenta. Los niños de Masterchef junior parecen bastante menos ingenuos.
La gente no es tonta. Y cuando detecta que existe un aparato burocrático que se inmiscuye cada vez más y más en su vida no es extraño que opte por la vía colateral. Es una cuestión de incentivos, de recompensas. La recompensa del corruptor merece muchas veces la pena, por no hablar de los tenues que son determinadas lineas (y no me refiero a la de los planes urbanísticos).
E incentivos para los corruptos. Más intervencionismo es más poder por un lado, algo que refuerza el papel de los políticos honrados. Mientras tanto, sus primos, los políticos corruptos encuentran en dicho poder la llave para financiar a sus partidos (si, los mismos partidos de sus primos honrados) y de paso llevarse lo suyo.
¿Polí bueno, poli malo?, ¿político honrado, político corrupto? Lo importante es que cace ratones, ya sean votos o sobres. La corrupción no es un organismo nocivo ajeno a nuestra estructura estatal, es su reverso, su sombra.
A ver si va a resultar que lo nocivo es más de lo que ellos creen. A ver si lo nocivo es este tinglado que se han montado.
Más información | Verkami, Corrupción: el Organismo nocivo En El Blog Salmón | ¿Qué tipo de corrupción urbanística queremos?, ¿Se puede curar la corrupción con homeopatía inversa?