España se encuentra inmersa en el periodo de "oficial" de rebajas, que durará aproximadamente hasta finales de febrero inicios de marzo. Decimos oficial entre comillas porque desde hace bastante tiempo -desde que se liberalizó el comercio- las rebajas parecen ir perdiendo cada vez más sentido.
Entre el Black Friday y los descuentos bajo diferentes nombres que se suceden a lo largo del año, los periodos oficiales de rebajas, que originariamente eran en enero, después de Navidad, y en junio, con la llegada del verano, cada vez son menos importantes para el comercio.
Hace una década, antes de la liberalización del comercio, las tiendas realizaban cerca del 40% de sus ventas anuales durante las rebajas de enero y junio, pero ahora, ese porcentaje habría caído "bastante", señalan desde la patronal del sector, Acotex, ya que ahora es imposible contabilizarlo "pues ahora las rebajas pueden ser en cualquier época del año".
Esto hace que estos periodos tradicionales se hayan quedado para las generaciones más mayores, como los 'boomers', que sí han vivido la época grande de las rebajas y tienen ya la costumbre de realizar compras en estos espacios de tiempo. Los 'millenial' y, sobre todo, los 'Z', apenas les prestan atención, pues saben que poco descuento interesante van a encontrar estos días.
Las nuevas estrategias del retail
Basta echar un vistazo por algunas de las marcas de moda masiva más famosas de España para ver que la ropa que está rebajada no es muy apetecible, por lo menos para las generaciones más jóvenes.
En los últimos tiempos, las marcas, conscientes de que estas rebajas ya no les salen tan rentables, dejan las prendas que menos éxito han tenido durante la temporada para intentar darles salida en rebajas. Hablamos de las prendas más simples y que menos llaman la atención del consumidor.
Pero, además, se da otro caso. Muchas de las prendas que ahora se comercializan rebajadas, tan siquiera han estado en venta antes, durante la temporada. Es decir, las firmas hacen ropa especialmente para las rebajas, dejando la colección oficial a precios normales. ¿Esto a qué conduce? A que el consumidor apenas ponga atención a la ropa rebajada y pase directamente a la de temporada.
Así, son pocas tiendas las que ya hacen rebajas de las de toda la vida. Las de barrio o tiendas pequeñas que sí necesitan quitarse stock de encima y tienen una clientela fiel de toda la vida que espera esos descuentos. Las grandes cadenas, cada vez menos.
Si bien Eduardo Zamacola, presidente de Acotex, indica que siguen siendo un reclamo para el cliente, pero que deberían cambiar su calendario. "No tiene sentido empezar las rebajas de invierno en enero y las de verano en junio. Deberían retrasarse a marzo y septiembre, pues entonces vas a tener que vender la ropa de temporada rebajada prácticamente desde el principio", explica. De ahí que la ropa que estén sacando rebajada sea tan poco atractiva.
¿Qué consecuencias va a tener esto para el sector
El comercio textil vive un momento complicado. En 2021 las ventas cayeron un 13,1% frente el 2020, porcentaje que se eleva al 35,7% si se compara con 2019, antes de la crisis del COVID. La situación económica y las ventas por Internet no están ayudando al comercio a levantar cabeza.
Y aunque esta época de rebajas será mejor que la del año pasado -la llegada de Filomena arruinó la campaña con una caída de ventas histórica de más del 50%-, va a ser complicado remontar el vuelo en 2022 con la elevada inflación que tiene España, que también tiene ya su reflejo en los precios del retail.
Zamacola admite que el sector está "bajo mínimos" y que lo que más está afectando son las restricciones sociales, "que no haya eventos, que la gente no pueda juntarse, porque así no dan ganas de comprar ropa". Además, advierte de ahora mismo todo es un espejismo.
"Va a venir una bofetada de realidad muy grande, porque ahora estamos anestesiados, pero pronto habrá que hacer frente al aumento de costes de producción derivados de la inflación, devolver los créditos ICO y se acabarán los ERTE, y no se van a poder reincorporar todos los trabajadores en su totalidad", avisa el presidente de la patronal. Además, recuerda al Gobierno que todavía esperan ayudas que no han llegado.
Por ello no quiere aventurarse a hacer predicciones, "porque luego hay factores externos que no podemos controlar", pero estima que este año se debería crecer a doble dígito tras dos años para olvidar. En cualquier caso, considera que con esta política de descuentos permanentes no va a ser posible, "porque no es sostenible para el 95% del sector, que trabaja a margen; solo lo es para el 5% restante, las grandes marcas, que trabajan a volumen".