Como explicó Remo en un artículo el día de ayer, la expropiación de una filial de REE por parte del Bolivia tiene una repercusión más mediática que económica. Tanto es así que incluso me atrevería a pensar que lo que Evo Morales ha hecho ha sido reírse gratuitamente del Gobierno de España en un momento en el que las relaciones de nuestro país con el vecino sudamericano de Bolivia, Argentina, no atraviesan su mejor momento.
Tan curiosa ha sido la noticia que la expropiación fue anunciada pocas horas antes de que Evo Morales inaugurase junto con Antonio Brufau, presidente de Repsol, una nueva planta procesadora de gas del campo Margarita, el segundo del país, y cuyo suministro se destinará íntegramente al abastecimiento de Argentina. Todo muy rocambolesco, ¿no creen?
Y es que todo lo que concierne al populista líder Evo Morales termina convirtiéndose en estrambótico. Quizás desde el gobierno español ya están curados de espanto ante las actuaciones del régimen de Morales y por ello no han querido dar demasiada importancia a la nacionalización de TDE. Tal vez esa misma debería haber sido su reacción en el caso de Argentina e YPF en lugar de hacer de él un asunto de interés nacional.
Las empresas españolas deben ser plenamente consciente de a dónde llevan sus negocios. Existen países poco rentables pero seguros y otros muy rentables pero peligrosos. Invertir en países sudamericanos implica un riesgo que posiblemente se compense con los beneficios derivados de la inversión y como ya señalé hace unas semanas, papá Estado no puede salir corriendo detrás de cada empresa que tenga problemas.
Independientemente de este asunto sí que percibo un ambiente de preocupante pérdida de respeto hacia España por parte de otros países: las recientes expropiaciones en Argentina y Bolivia, la bacteria de los pepinos en Alemania, los guiñoles franceses justo antes de la campaña anti-España de Sarkozy, la explotación petrolífera de Canarias, etc. ¿Creéis que la marca España ha perdido el respeto en el exterior?
En El Blog Salmón | Evo Morales expropia a REE la filial boliviana: poco impacto económico, mucho mediático
Imagen | Sebastian Baryli