La referencia salarial que se ha tomado para establecer el salario máximo es el cargo de Secretario de Estado, salario que se sitúa en torno a los 100.000 euros anuales si se tienen en cuenta complementos o 67.000 euros sin complementos. Por otra parte, se sigue manteniendo el actual sistema de dietas a cargos electos, por la asistencia a plenos o por las tareas de dedicación política que se desempeñen. La reforma realiza una baremación salarial de los alcaldes en función de la población de cada ayuntamiento, eliminando de facto la retribución en los ayuntamientos menores de 1.000 habitantes.
El siguiente punto caliente de la reforma se tiene en las siguientes patas: se limitan los cargos electos con dedicación exclusiva por ayuntamiento, se limitan el número total de asesores en la administración pública en toda España a 6.489 y se fija también el personal eventual máximo que podrá contratar cada ayuntamiento.
La reforma no ha gustado a ningún cargo electo de la administración local, dado que les toca donde más duele. Es decir, tanto en la cartera, con la limitación salarial de los alcaldes y personal con dedicación exclusiva, como en la asignación a dedo de personal eventual de manera totalmente discrecional a lo largo y ancho de la geografía.
Aún así, me da la impresión que la reforma se queda corta, dado que si los ayuntamientos pierden servicios públicos, bien por traslación a otros entes como por la eliminación directa, se supone que la carga de trabajo y gestión de los ayuntamientos será mucho menor. A efectos económicos, el tijeretazo en personal supone un ahorro en torno a los 218 millones, muy lejos de los 7.000 millones de euros que estima el Gobierno que supondrá la puesta en marcha de toda esta nueva reforma.
En El Blog Salmón | Análisis de la reforma de la administración local presentada por el Gobierno, ¿Cómo conseguir que los ayuntamientos no asalten nuestros bolsillos?, Las fusiones de ayuntamientos son necesarias