El anteproyecto de ley de protección a la infancia fijará en la ley que se apruebe que "los menores tendrán que corresponsabilizarse en el cuidado del hogar y las tareas domésticas". Este Gobierno sigue tratando a sus ciudadanos como ineptos totales, que parte de la premisa que las familias de manera generalizada no saben educar y que no van enseñando a sus hijos de manera progresiva y en función de las propias características de cada menor cómo tiene que ir incorporando diferentes responsabilidades a lo largo de su infancia y adolescencia, así como los valores propios de respecto, educación y normas básicas de convivencia.
Necesidad perentoria la que tiene el Ejecutivo de legislar este tipo de aspectos de la esfera privada familiar y que por suerte la inmensa mayoría de familias afrontan con normalidad, en una ley que sí contempla al menos medidas racionales de protección al menor, que pretende evitar los abusos a los menores o que exigirá que los profesionales que están trabajando con niños no hayan sido condenado por delitos contra la libertad sexual, trata y explotación de menores.
Aparte de mejorar el criterio de familia numerosa hasta que el último hijo cumpla los 21 años (26 si está estudiando), tenemos que entrar hasta el salón de la casa con el BOE, colando siempre la cuña que nos deja en evidencia a todos y que aprueba apartados de leyes con mucho titular y vacías de contenido. Está claro que el PP y sobre todo, Gallardón, estarán contentos el día que logren plasmar en BOE el comportamiento de los ciudadanos en los dormitorios por imperativo legal, porque para una ley que medio aporta algo coherente, tienen que liarla siempre con su voracidad legisladora.
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