¿Y si privatizamos RTVE?

Estas últimas semanas estamos viendo como RTVE está siendo asaltada por el partido que ganó las elecciones en noviembre, el PP. Es algo tradicional, destitución de informativos y cambio completo del equipo. En esta ocasión es algo más polémico, puesto que en la primera legislatura de Zapatero se fijó un modelo con mayor independencia que creó un equipo de informativos no plegado al poder, cosa que no conocíamos en nuestro país. Sin embargo el modelo es un espejismo si a golpe de mayoría absoluta se puede cambiar.

A raíz de estos cambios se oyen voces que piden más independencia para RTVE, intentar ir al modelo de la BBC inglesa o la PBS americana. Modelos de alta calidad y que desde aquí admiro. Pero también existe otra alternativa para que las televisiones públicas dejen de estar al servicio del Gobierno de público, y es que dejen de ser públicas. ¿Y si privatizamos RTVE?

RTVE, ¿por qué tenemos una televisión pública?

Antes de analizar una posible privatización, veamos primero por qué tenemos una televisión pública. El origen de la televisión, en prácticamente todos los países y España no es una excepción, fue pública. ¿Cuál es el motivo? ¿Que la sociedad demandaba una televisión pública, de calidad? No, ni mucho menos. El motivo es económico.

La tecnología necesaria para tener televisión en sus orígenes era muy cara. Requería fuertes inversiones de capital (transmisores repartidos en un territorio muy extendido) para muy pocos clientes (al principio los televisores eran muy caros). Esa combinación es letal para la inversión privada.

Al igual que en su día existía un monopolio de telecomunicaciones al principio es necesario un monopolio para desplegar una tecnología tan novedosa como la televisión. Podemos debatir sobre la necesidad que tenía el público en general de tener un servicio así, pero lo hecho hecho está. Y hoy en día contamos con múltiples operadores de televisión y radio, siendo RTVE uno más.

RTVE, ¿calidad de los contenidos?

Una justificación que se repite una y otra vez sobre la necesidad de una televisión pública es que los ciudadanos necesitamos contenidos de calidad. A mi me da la risa. Durante años RTVE ha competido con los operadores privados con contenidos exactamente iguales a estos (por poner un ejemplo, Operación Triunfo, programas del corazón, series de producción propia), tanto que podrían haber sido emitidos por otros canales sin que nos extrañara.

Cuando saco este argumento algunos me hablan de los servicios informativos, que tienen más corresponsales que ninguna otra cadena y sus informativos son más extensos y menos amarillos. Todo eso es cierto, pero la realidad es que son más extensos porque no tienen publicidad e hicieron un reajuste de parrilla cuando se eliminó; son menos amarillos ahora, ya veremos con el nuevo equipo; y por último, respecto a los corresponsales, no implican mayor calidad de la información.

De hecho a mi me parece que obtener la información de un telediario, ya sea de un canal privado o público, es quedarse en la superficie de la noticia. En vídeos de minuto y medio apenas se pueden tratar los temas más complejos. Internet sí que da contenidos informativos de calidad, en los múltiples medios que hay, ya sean de grupos editoriales gigantes y generalistas, medianos y especializados o simplemente blogs de aficionados (pero muy expertos en ciertas materias). Para tener una visión corta y “titularizada” de la realidad me quedo con la porta de menéame, la verdad.

RTVE, financiación

Ahora llegamos al punto clave, la financiación de RTVE. Desde que Zapatero eliminó la publicidad en RTVE, para salvar a las televisiones privadas que veían como se hundía la facturación publicitaria, RTVE se financia vía presupuestos y algunos polémicos impuestos especiales. Es decir, lo pagamos entre todos.

El presupuesto de RTVE este año es de casi 1.000 millones de euros
, después de que sufriera un recorte importante superior al 20%. Es decir, el año pasado fue 1.200 millones de euros. Esto es lo que nos cuesta a todos. Si quisiéramos un modelo estilo BBC, con independencia, necesitaría financiación directa, que no dependiera de lo que deciden los diputados.

Para que os hagáis una idea, la BBC se paga por hogar que tiene televisión. Cada hogar tiene que pagar una cuota anual de 145 libras al año (unos 183 euros). En España, con 17,1 millones de hogares, la cosa saldría a 60 euros por hogar al año, con el presupuesto actual. Claro que ese cálculo está hecho suponiendo que todos los hogares tienen televisión y que si tienes dos viviendas, pagas el doble. Y que la capacidad recaudadora de RTVE sea del 100%, cosa bastante complicada. Seguro que nos íbamos a más de 100 euros al año.

Conclusiones

A mi, personalmente, el gasto en RTVE me parece completamente innecesario. Lo único que hace es ser un instrumento del poder, salvo casualidad, como ha pasado en los últimos años, y que cuesta mucho dinero. La mejor solución es privatizarla. Seguro que hay interesados, ya que la audiencia y la marca es buena, aunque su estructura es inmensa.

Alternativas de televisión hay muchas, tanto de canales especializados como generalistas. Y si lo que preocupa es la calidad de la información, creo que la televisión no es el mejor medio para eso, tenemos otras alternativas superiores.

Y lo que he explicado para RTVE lo aplico también a todas las televisiones públicas autonómicas. No les veo justificación, es un gasto superfluo que lo único que pretende es ser un instrumento de propaganda. Pues que se lo paguen de su bolsillo los partidos con la cuota de sus afiliados, que yo prefiero gastármelo en otras cosas.

En El Blog Salmón | ¿Competencia desleal de TVE?, ¿Es imprescindible RTVE para nuestra vida diaria?

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