El atentado podía significar una recesión casi segura, un colapso financiero al caer la confianza de los inversores, si el pánico se adueñara de la bolsa se podría haber perdido mucho dinero. No sólo debían de preocuparse por la posibilidad de un nuevo atentado, sino por que la gente mantuviera su empleo después del ataque. La economía no estaba en su mejor momento, acababa de sufrir la explosión de la burbuja puntocom. ¿Qué medidas se tomaron? Pues se pretendía una inyección mediante recortes fiscales en la economía de 100.000 millones de billetes verdes. A Greenspan no le pareció una cantidad exagerada, era aproximadamente el 1% del PIB.
Esta medida llegó tarde, según Greenspan. A pesar de ello la economía americana siguió en marcha. Wall Street abrió días después y los mercados cayeron, pero no sucedió una gran catástrofe.
Greenspan afirma que las medidas que la Fed tomó fueron las adecuadas, bajar los tipos de interés. Es cierto, la crisis no destruyó la economía. Un tiempo después la economía estadounidense se había recuperado y no había arrastrado consigo a la economía mundial. Una actuación de libro en la que Greenspan defiende su actuación y lo deja todo al nivel de cuento de hadas (dentro de las desafortunadas circunstancias). El País ha publicado un resumen, en el cual me he basado para escribir el post.
No obstante la solución de Greenspan no fue precisamente la más adecuada, la crisis de las hipotecas subprime empezó a gestarse en ese momento, como explicaba el post que Alejandro nos recomendó hace unos días. Solucionó una crisis, pero dio salida a la siguiente. ¿Fue adecuada la actuación de Greenspan?