Juan March (1880-1962) pronunció esta frase ante Dionisio Ridruejo, uno de los (escasos) intelectuales de Falange. Mucho me temo que la inmensa mayoría de los españoles hoy en día apenas conocen, por no decir que ignoran totalmente, quién fue este hombre. Y ello a pesar de su brutal importancia en la historia reciente de España, su ascenso a una de las primeras fortunas de España y el imperio económico que lego a sus ascendientes que todavía se mantiene en pie. Es difícil entender la España de hoy sin Juan March.
Contabandista de tabaco, de armas, espía como doble agente, financiero del golpe del 36 y promotor de la neutralidad española en la II GM. Su vida da para varias películas, con claroscuros poderosísimos. Con independencia de cómo nos posicionemos con respecto al personaje, es una auténtica lastima que caiga en el olvido.
¿Que haría Hollywood con alguien así, con alguien más grande que la vida, tal cómo suelen decir?
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Más información | Canverga, Fundación Juan March