Desde BBVA estiman que la economía española crecerá un 1,1 % durante este año y hasta un 1,9 % en 2015, lo que supone una revisión al alza de sus anteriores previsiones. Las causas que justifican esta mejora de las perspectivas son el impulso de las exportaciones, la recuperación de la demanda doméstica privada, el menor esfuerzo fiscal y el impacto de las reformas que se han puesto en marcha. Sin embargo, esta mejoría no se traducirá en una reducción significativamente de la tasa de paro. En BBVA estiman que el empleo crecerá un 0,3 % en 2014, lo que reducirá levemente la tasa de paro hasta el 25,1 %. En 2015, el crecimiento del número de ocupados se acelerará hasta el 1,4 %, pero la reducción de la tasa de desempleo será similar a la prevista para 2014: del 24,2 %.
Además, el estudio advierte de que "la situación del mercado laboral español no deja espacio para la autocomplacencia" y señala que una disminución de las contribuciones a la Seguridad Social tendría un efecto positivo sobre el empleo y la contratación indefinida, algo que venimos pidiendo en estas páginas desde hace bastante tiempo.
En resumen, estamos ante unas previsiones tímidamente más optimistas que las anteriores publicadas por este mismo organismo pero que ni muchísimo menos son como para lanzar las campanas al vuelo. Las heridas de la crisis serán difíciles de curar.
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