Sin gobierno, con elecciones a la vista y en un contexto mundial de desacelaración económica, las perspectivas para la economía española no son las mejores: todo apunta a que el ritmo de crecimiento podría ralentizarse según avanzan los meses.
Si hace unas semanas repasábamos las previsiones del Banco de España, BBVA y Airef, en este artículo analizaremos las de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), las del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las que el propio gobierno de Pedro Sánchez ha enviado recientemente a Bruselas.
Previsiones económicas de Funcas
El servicio de estudios de Funcas ha hecho un fuerte ajuste a la baja de sus previsiones de crecimiento para la economía española. En julio la previsión de crecimiento del PIB de este organismo era del 2,3%; en septiembre la rebajó al 2,2% y, en esta ocasión, al 1,9%.
Es una rebaja importante, de cuatro décimas, en apenas tres meses. No obstante, advierten que dos décimas del ajuste de este año corresponden a la revisión de la serie histórica por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE).
No son mejores las estimaciones para el año próximo. Los panelistas de Funcas esperan que el PIB crezca un 1,5% en 2020, cinco décimas por debajo del pronóstico anterior. Este ajuste ya son palabras mayores.
Con respecto al empleo, pese al deterioro económico se creará medio millón de puestos de trabajo en los próximos dos años. Así, el empleo crecerá un 2,2% en 2019, un 1,1% en 2020 y un 1,5% en 2021. Esto hará que la tasa de paro se reduzca al 14,1% este año, al 13% en 2020 y al 12,2% en 2021.
Lo que también empeora Funcas es su previsión de déficit público. En concreto, estima que el desajuste será de 2,4% del PIB este año, frente al 2,2% previsto anteriormente. Para 2020 espera que el déficit aumente hasta el 2,5%, cinco décimas más que en la anterior previsión. También empeora en cinco décimas la previsión para 2021, hasta el 2,2%.
Previsiones económicas del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe Perspectivas de la Economía Mundial, reduce en dos décimas el crecimiento estimado para la economía mundial, hasta el 3%. También reduce su previsión para España en 2019 en una décima, hasta el 2,2%. En 2020 espera que nuestra economía crezca un 1,8%.
El problema, como advierten desde El Confidencial, es que en estas estimaciones no se tiene en cuenta la revisión a la baja de la serie histórica que realizó el INE el pasado mes de septiembre. Por tanto, son papel mojado. No sirven para nada. De haberse considerado este ajuste contable, la previsión de 2019 sería dos décimas peor: del 2%.
En lo que respecta al empleo, el FMI estima que la economía española cerrará el año con una tasa de paro del 13,9%, en 2020 se reducirá hasta el 13,2% y no será hasta 2021 cuando baje del 13%. El problema es que dentro de cinco años, en 2024, el paro aún seguiría por encima del 12,5%.
El déficit público se reducirá ligeramente durante 2019 y 2020, según este organismo. Sin embargo, apenas bajará del 1,88% de PIB en los próximos cinco años. Por su parte, la deuda pública seguirá por encima del 90,5% del PIB a finales de 2024, un dato verdaderamente preocupante si tenemos en cuenta que para entonces habremos acumulados diez años de crecimiento económico.
Previsiones económicas del Gobierno
El Gobierno de España también ha actualizado su cuadro macro de previsiones económicas. En el momento en que tiene que enviar a la Comisión Europea las cifras presupuestarias para 2020, ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para 2019 hasta el 2,1%, solo una décima menos que en la anterior previsión.
Esta es, en nuestra opinión, una previsión demasiado optimista para la altura del año en la que nos encontramos, a apenas dos meses y medio de acabar 2019. Ni BBVA, ni el Banco de España, ni Funcas, ni la Airef, por citar algunos analistas importantes, se atreven a pronosticar un crecimiento por encima del 2%.
En el primer trimestre del año el PIB creció un 0,5%, en el segundo trimestre, un 0,4%, y en el tercero, aún sin datos oficiales, el Banco de España estima un crecimiento del PIB del 0,4%. En total, alrededor de un 1,3% en 9 meses. Para llegar al 2,1% previsto por el Gobierno habría que crecer cerca de un 0,8% en el último trimestre del año. Sin comentarios.
Tan optimistas son las previsiones del equipo económico de Pedro Sánchez, que incluso confían en cumplir el objetivo de déficit del 2% para 2019 y del 1,7% para 2020. Si tenemos en cuenta la evolución de este indicador en los últimos años, ni en el país de la piruleta se atreverían con un pronóstico tan edulcorado.
Demasiados riesgos, demasiada incertidumbre
Desde el -1,4% de decrecimiento anual de 2013, cuando la crisis daba sus últimos coletazos, en 2014 el PIB creció un 1,4%; en 2015 el crecimiento fue del 3,8%; en 2016, del 3%; en 2017 del 2,9%; y en 2018 del 2,4%. Pase lo que pase en 2019, acumularemos cuatro años de caídas en tasa interanual y los datos no serán mejores en 2020.
A día de hoy hay demasiados riesgos, tanto nacionales (crisis política española) como internaciones (principalmente el Brexit y la guerra comercial USA vs China), y además, la economía española sigue siendo muy frágil. Mucho nos tememos que si la clase política no ajusta el gasto público en los próximos años, pueden venir curvas.