Hace ya un buen montón de años (casi 20) que la gente de The Economist ideó el índice Big Mac, tomando el precio de la célebre hamburguesa estrella de McDonalds como elemento básico de comparación entre precios en los distintos países y por lo tanto sirviendo como medio para aproximar un tipo de cambio real entre dos monedas, de acuerdo con la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo. Según esta teoría, una unidad de una moneda debería tener la misma capacidad de compra en el país de origen que, una vez transformada en moneda local, en el país de destino. Así, se vincula el tipo de cambio con el diferencial de precios. La referencia a la Big Mac (un producto altamente estandarizado en todo el mundo, y además muy identificable para el gran público) sirvió para acercar un poco de macroeconomía a los menos entendidos.
El banco suizo UBS le ha dado una vuelta de tuerca al índice, relacionándolo con los niveles salariales, y vinculando la Big Mac con el tiempo que es necesario trabajar en cada país para obtener el dinero necesario para comprar la hamburguesa. Es decir, precios, niveles salariales y tipos de cambio todos en el mismo saco. Por supuesto, no deja de ser una aproximación (y una estupenda herramienta de marketing, ya que usar el Big Mac asegura que van a hablar de ti en muchos medios de gran tirada, mucho más que si te limitas a académicos términos macroeconómicos).
Via | El País Más información | Índice Big Mac en Wikipedia