Con estos requisitos y según dice El País, Banesco se habría hecho con la entidad gallega por una cifra en torno a los 1.000 millones de euros. Bonita cifra, si no fuera porque las arcas públicas pierden en la operación unos 8.000 millones de euros de los que pagamos entre todos. La "ventaja" que tiene esta oferta es que mantendrá la identidad gallega y la sede central en Galicia y al no tener Banesco una estructura establecida como el resto de entidades que ofertaban, se prevé una menor reducción de la plantilla actual de la entidad.
El problema de fondo real que puede tener esta inversión por parte de la banca venezolana es la inestabilidad legislativa que existe en Venezuela, pero en principio, es positivo que entre un actor extranjero en la consolidación del sector financiero en España.
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