La RTC se estableció en 1989 para limpiar el lío tremendo que se creo con la caída de las entidades financieras, los Savings & Loans (S&Ls) estadounidenses, las cajas que trabajaban primordialmente en préstamos hipotecarios, y nombraron a L. William Seidman para liderarlo.
Durante el final de la década de los años 80, muchas de estas S&Ls se encontraron en problemas financieros como resultado de su falta de capital, de mala gestión y de alguna actividad illegal. Estos líos provenían mayoritariamente de sus préstamos hipotecarios y de la excesiva especulación en el sector inmobiliario. ¿Suena familiar?
La RTC fue encargada de tomar el control de las más de 500 S&Ls en dificultades y reorganizarlas, desguazarlas, cerrarlas y, en algunos casos, capitalizarlas.
Vendieron entidades, préstamos, activos, y encontraron socios e inversores. Pasaron estas entidades en dificultad, o sus negocios o sus activos, a manos más profesionales y mejor capitalizadas.
Fue una buena experiencia de limpieza financiera y se efectuó en tiempo récord.
Hubiera sido un buen camino a tomar para la situación actual en vez del camino tomado por los políticos y los reguladores, como he criticado en estas páginas, el de tomar dinero del pueblo y facilitarlo a los mismos gestores que metieron a sus entidades financieros en los líos en que se han encontrado.
L. William Seidman hizo un magnífico trabajo y lástima que no le nombraron para gestionar la actual crisis, y hace tiempo que lo pedí.
Vía | Los Angeles Times y New York Times En El Blog Salmón | Bancos demasiado grandes para morir y ¿Se justifican los planes de rescate? Imagen | The Dartmouth