Y si no está usted por la labor de conceder el día por la cara, conviertalo en un día de reflexión y no producción. Prohibido el correo electrónico. Apagados los móviles. Todo el mundo al parque y vamos a hablar sobre lo que estamos haciendo, los problemas de la empresa, las soluciones que se nos ocurren, la visión, los objetivos a largo plazo... ¿Cuando fue la última vez que escuchó a toda su empresa en una reunión multitudinaria? Hoy es una buena ocasión. Recuerde que, al final, no pierde un día: todos ganan.
En El Blog Salmón | Los viernes sin correo, la jornada de 9 a 3