Esta mañana Remo nos contaba como el paro había subido en 38.179 personas durante el mes de agosto, hasta los 4.625.634 parados, lo que rompía la tendencia bajista de los últimos cuatro meses. A su vez, la Seguridad Social pierde 136.762 afiliados tras cinco meses de ascenso, lo cual muestra un futuro bastante pesimista. Y fruto de ambas situaciones nos encontramos con que el gasto en prestaciones se ha disparado en lo que llevamos de año rompiendo todas las previsiones del Gobierno.
Para ser más concretos, el gasto por prestaciones por desempleo ha crecido un 5,4%, ascendiendo de esta forma a los 18.455 millones de euros. Esta cifra queda muy lejos de las optimistas previsiones que presentó el Gobierno cuando aprobó los presupuestos, donde se preveía una caída del 5%. Con los datos en la mano se demuestran dos cosas: primero, que nuestros políticos pecaron de optimismo electoralista; y segundo, que unos presupuestos en época de crisis son imposibles de cumplir.
Las cuentas públicas, por tanto, se complican bastante para lo que queda de año, ya que seguiremos destruyendo empleo y no se esperan espectaculares mejoras en el número de cotizantes, que alcanza su nivel más bajo desde que comenzó la crisis. Como consecuencia de esta situación, se explica en parte que el objetivo de déficit previsto para todo el año ya haya sido superado y que desde el Gobierno no hagan más que plantear nuevos ajustes con los que hacer caja de un modo casi desesperado.
El panorama en nuestro país es desolador. Las políticas de reducción de gastos ahogan a los más necesitados y el afán recaudadora de Moncloa le ha hecho entrar en una espiral que sólo contribuirá a reducir el consumo y, por ende, a generar más problemas económicos. Cuadrar las cuentas públicas se ha convertido en toda una labor de ingeniería para la que nuestros políticos no están preparados. ¿Cuál será la próxima jugada del gobierno?
En El Blog Salmón | El paro sube en agosto en 38.179 personas, hasta los 4.625.634 desempleados, ¿Vamos hacia un suicidio económico?