De todos los autónomos inmigrantes, el 50% trabajan en la reparación de automóviles y en la construcción. Las cifras son muy positivas, ya que representan el 9,64% del total de autónomos, un porcentaje similar al de inmigrantres sobre la población total, por lo que se estaría alcanzando la igualdad emprendedora a marchas forzadas, y si el ritmo continua la tasa de trabajadores autónomos inmigrantes sería muy superior a la de los autónomos nacionales. En concreto, en el primer semestre más de una de cada tres altas en el RETA fueron de trabajadores autónomos, un escalofriante 40% de todas las altas para un colectivo que no llega al 10% de la población total. Así mismo, cabe destacar que más de la mitad de los autónomos inmigrantes proceden de países comunitarios, frente a un 42% de extracomunitarios. Rumanos y Búlgaros están entre los colectivos de mayor crecimiento.
Existe no obstante una lectura pesimista de esta información: hay quien opina que los trabajadores inmigrantes se ven obligados a darse de alta como autónomos porque no son contratados por las empresas en el régimen general, así que la única salida que les queda es emprender o trabajar por cuenta propia. Así mismo, hay que recordar las declaraciones que hizo en su día el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, en el sentido de que habría más emprendedores si no se pusieran tantas trabas de caracter burocrático, legal y economico. Esperemos que no sea así, aunque en cualquier caso el crecimiento de los autónomos es, a mi juicio, siempre una buena noticia.
Vía | Panorama Actual