Guy Kawasaki nos da su lista de once temas que nos ayuda responder esta pregunta, aunque su título es menos elegante. Esta lista proviene del libro “The No Asshole Rule: Building a Civilized Workplace and Surviving One That Isn’t” escrito por el Professor Robert I. Sutton, de la Harvard Business School, aunque, por su título, no publicado por esa escuela de negocios.
La lista es la siguiente (en mi traducción):
- Piensa que las reglas son diferentes para el.
- No entiende la diferencia entre la posición haciendo la persona o la persona haciendo la posición. Es decir, que la importancia de su posición le cambia y le hace prepotente.
- Requiere asistentes y más menor, entendido como secretaria personal, relaciones públicas, chofer, etc.
- Necesita que se le completen peticiones especiales para estar felices, por ejemplo, agua mineral de marca especial, .
- La base de su relación con las personas se limita a lo que le pueden dar o a lo que le pueden ayudar.
- Juzga a otras personas en base a valores propios, que no necesariamente son los de la otra persona o los de la sociedad.
- Juzga los resultados y el trabajo de sus trabajadores en base a sus propias intenciones y deseos y no en base a los méritos del trabajo y de la persona.
- Pida que sus trabajadores completen actividades que el mismo no haría, por ejemplo, vuela primera clase cuando sus trabajadores vuelan barato o pide trabajo los fines de semana cuando nunca se le ve.
- Constantemente llama a sus trabajadores a casa tarde por las noches y durante los fines de semana.
- Cuando es criticado o ignorado, lo toma como si el mundo entero está en su contra.
- Frena o retrasa el desarrollo de las carreras de sus trabajadores por celos o porque es demasiado valioso para el y no quiere perderla.
Como parte de esta lista, Denise Shiffman, una estratega, elaboró su lista para profundizar en el análisis, que también me pareció interesante.
Antes de tomar decisiones radicales, Denise Shiffman nos dice que deberíamos preguntarnos si nosotros mismos somos parte del problema. Si no, y si se piensa que estamos haciendo el mejor trabajo posible, preguntarnos las siguientes preguntas (en mi traducción):
- ¿Es un conflicto entre las personalidades?
- ¿Eres más lista que tu jefe?
- ¿Estas fallando en tu trabajo y sin que recibas ayuda?
- ¿Te da demasiada dirección o, por contrario, cero dirección?
- ¿Es tu jefe un tirano, sin ética o los dos?
- ¿Evita tu jefe la confrontación?
- ¿Le falta respeto de sus colaboradores a su mismo nivel?
Ya estamos listos para evaluar nuestros jefes. Mi recomendación es que mejor enviarles la lista para que se evalúen ellos mismos. ¡A ver si se ven reflejados!
Vía | El Blog de Guy Kawasaki y Viral Voice