Actualmente de los poco más de 600 Abogados del Estado, 300 están en excedencia en el Sector Privado. El 50% en números redondos. Sus quejas son fundamentalmente dos. La escasez de medios para desempeñar dignamente su labor, y la gran diferencia de remuneración con el sector privado. Éstos profesionales, por los que hay disputas en los bufetes privados y las grandes empresas, pueden multiplicar por 10 sus ingresos en esos destinos. Sueldos de 600 mil euros o más no son extraños. De ahí que se produzca esta gran evasión, que también afecta en mayor o menor medida a otros cuerpos como el de jueces, fiscales, inspectores de hacienda, letrados de la seguridad social...Por cierto, entre aquellos que en su día pidieron la cuenta y se fueron figura Mario Conde.
Creo que algunas de sus razones son comprensibles, especialmente la de la carencia de medios. Sin embargo, tengo mis dudas en cuanto a la remuneración. Esta claro que todos ellos saben cuando optan a la oposición donde se meten. No son tontos. Saben que en el Sector Privado se gana mucho más. Pero también saben, que por mucho que sean auténticos genios, nada más licenciarse no van a cobrar esas cantidades. Son conscientes de que esas cifras se pagan a un ex-Abogado del Estado. Esa etiqueta les garantiza a la empresa que el profesional es un lumbrera y muy trabajador, pero es que además ha sido formado durante años por la Administración, sabiendo como enfrentarse a ella, y conociendo las moquetas de innumerables Ministerios, donde deja multitud de contactos. Es decir, los Abogados del Estado no solo reciben una remuneración en metálico. Se les da así mismo una formación de primer orden, y una agenda de contactos que ya la quisieran muchos Directores Generales de las principales empresas del país. Todo eso tiene un precio. Y no me parece justo que se lo lleven gratis para el Sector Privado. Deberían arbitrarse fórmulas que restringiesen esta huida de profesionales, bien con cláusulas de incompatibilidad, bien con el establecimiento de amplios plazos para pedir la excedencia, o incluso con la indemnización económica caso de hacerlo.
Y es que más allá del salario, hay otro tipo de remuneraciones.
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