Me refiero al anuncio, a todo bombo y platillo, de esa especie de Acuerdo de Yalta financiero entre la Comunidad de Madrid, promotores inmobiliarios y entidades financieras. A través de este acuerdo, los promotores madrileños podrán convertir determinadas viviendas en viviendas libres de precio concertado. Dado que el precio de esta clasificación de viviendas tiene un máximo legal por municipio, las rebajas sobre el precio del mercado libre estarían sobre un 20% de media, de acuerdo con lo que estima la Comunidad. Las entidades financieras, por su parte se comprometen a ofrecer las mejores condiciones posibles. Y como no podían ser menos, los Notarios y Registradores también tendrán precios especiales para estas operaciones.
Entre nosotros, como diría Shakespeare, mucho ruido y pocas nueces.
Discrepo con que esta medida tenga algún tipo de sustancia práctica. Dada la vaguedad absoluta del convenio (vamos, una mera excusa para marcarse un posado fotográfico, como los famosillos en las inauguraciones de discoteca) reflexionemos sobre el papel de cada uno de los agentes citados:
<li><strong>Los promotores</strong>, tal y como dicen sus representantes, se acogerán a este plan en la medida en que sus precio se hallen cerca de los máximos legales, es decir en tanto en cuanto las hipotecas de los prestamos promotores se lo permitan. Dado que estas suelen financiar cerca del 80%, <strong>escaso margen les queda</strong>, para unirse a otra cosa que no es una rebaja de precios generalizada patrocinada desde instancias públicas.</li>
<li><strong>Las Entidades financieras lo tienen claro.</strong> Acuden al convenio, y lo firman, gracias a que no se comprometen a nada, y por no desairar a la Presidenta. Si cae alguna operación buena cae, pero las condiciones que se den, dado como esta el mercado hipotecario en España, se podrán obtener igualmente en la competencia, ya que lo que prima ahora es el criterio de gestión del riesgo y de mimo y cuidado del margen. Pues eso, <strong>a figurar y si cuela cuela.</strong></li>
<li>Los <strong>Notarios y registradores</strong>, al igual que ocurrió con la Ley de Subrogaciones, en diciembre, <strong>a pringar</strong>. Si yo perteneciese a alguno de estos colectivos me plantearía seriamente hablar con los representantes de mi Colegio Profesional.</li>
<li><strong>El rol de la Administración pública es de traca</strong>. Es un ejemplo más de como se entiende por parte de los políticos este tema. Los promotores deben bajar precios, los bancos deben dar créditos, los notarios y registradores cobrar menos. ¿Y la Administración? La Administración seguirá cobrando los mismos impuestos, las mismas tasas y licencias, etc. Y es que<strong> a los políticos les encanta lo del gratis total</strong>. Que bonito hubiese sido que Esperanza nos informase sobre cuanto recaudo el año pasado la Comunidad directamente del sector inmobiliario. Y quizás entonces, sólo quizás, alguien se hubiese atrevido a plantear que todo esto descansa sobre las espaldas de los adquirentes de vivienda, vía repercusión de precio.<strong> ¿No puede hacer la Comunidad ningún esfuerzo auténticamente liberal en materia fiscal en este sector?</strong> No, el papel de la Comunidad que defiende la liberal Esperanza es muy otro. Se monta una web-bolsa de vivienda (que original), presiona a unos y a otros, y <strong>hace funcionar a la Administración como una agencia inmobiliaria</strong>, en una competencia lealísima con aquellos intermediarios inmobiliarios que estan en el mercado. Ese mismo mercado <a href="http://216.239.59.104/search?q=cache:QeC1w-fxAbsJ:www.elpais.com/articulo/espana/Madrid/reconvierte/25000/viviendas/libres/precio/concertado/elpepueco/20080730elpepunac_11/Tes+esperanza+acuerdo+promotores+bancos+caja+concertado+mercado&hl=es&ct=clnk&cd=2&gl=es">en el que Esperanza dice confiar</a>. Que bueno, si confiar en el mercado es presionar o sustituir a unos agentes económicos desde el poder público, que venga Hayek y lo vea.</li>
Lo he dicho más de una vez. Ser liberal es duro. La no intervención en los mercados es exigente. Casi diría que ser liberal es incompatible con ser político. Los políticos llevan en sus genes el ansia de poder.Y el poder no contempla limites.
Vía | El País En El Blog Salmón | Telemadrid, a por los derechos televisivos del Real Madrid Imagen | Chesi