El Santo de Omaha se reconfirma

Warren Buffett, el Presidente de Berkshire Hathaway, basado en Omaha, Nebraska, que para muchos, incluyendo muchos de nuestros lectores, se ha establecido como la mejor mezcla de buen inversor y santo, lo ha hecho otra vez con su herencia.

Con sus inversiones a lo largo de toda su carrera, que son más que 40 años, las altas rentabilidades conseguidas anualmente por todos estos años, demuestra que Sr. Hathaway es un gran inversor.

La parte que algunos pocos cuestionamos es su santidad.

Al Sr. Buffett le han cononizado hace tiempo con sus pronunciamientos sobre las buenas formas de llevar empresas (aunque no todas las empresas donde invierte siguen altas normas de buen gobierno), sobre la ética y sobre las formas de hacer las cosas mejor y, también, por sus comentarios en contra de la reducción de impuestos en su país, ya que gente como el ¨no lo necesita¨. Aunque el hecho de haber ayudado a sus inversores a ganar mucho dinero siempre ayuda cuando evalúan su bondad.

Recientemente, anunció que, cuando se muera, piensa donar la gran parte de su fortuna, que son muchos miles de millones, para ayudar a los necesitados del mundo. Dejando solo una parte de sus millones a sus herederos aunque, dependiendo de lo egoístas que son, no tienen muchos motivos para preocuparse ni para buscar trabajo. Este anuncio le confirmó en su santidad y, cuando algunos lo cuestionamos, nuestro derecho de crítica fué retirada y nuestra caridad menospreciada, ya que lo que podríamos haber hecho nosotros no compara con las cantidades que el ha prometido dar.

Ahora viene el último anuncio del santo de Omaha que, otra vez, confirma su santidad, para los que creen todo lo que dice este señor. Este anuncio mueve el anterior unos pasos más.

Piensa dejar 10 millones de acciones de Berkshire Hathaway, valoradas en aproximadamente $37.000 millones, aunque tiene varias condiciones, una de las cuales es que su donación reciba la evaluación fiscal que le permite ahorrar los impuestos de herencia. Mucho hablar de que no quiere que bajen los impuestos pero cuando puede estructurar sus actividades para minimizar impuestos, pues por qué no. Además de esta demostración de su habilidad financiera, también lo ha demostrando con la forma de su donación, que ha hecho en forma de acciones en su emrpesa. La donacion en esta forma le exime del riesgo de bajada del precio de las acciones, eso se convierte en problema de los pobres del mundo.

A partir de Julio, comenzará sus donaciones que se harán paulatinamente que, por lo menos, es bastante más bienvenido que lo de antes que era tener que esperar hasta su fallecimiento. Teniendo en cuenta cuántos mueren cada día en el mundo, no se entendía la espera. No digo que no tiene el derecho de hacer lo que quiera con su dinero y cuando donarlo y tampoco que no debe tener en cuenta las leyes fiscales cuando toma sus decisiones. Lo único que digo es que, para mi, este señor no ha llegado al nivel de santo que muchos ya le han concedido, una reputación que parece que le da mucho gusto. Quizás es porque no creo en los santos en la tierra.

Quizás lo que más me pareció digno es que decidió canalizar su donación a través de una fundación existente (la de Bill Gates), y decidió en contra de establecer una fundación nueva con su nombre. A estos ricos les suele gustar ver su nombre en la puerta de sus fundaciones, en los institutos que establecen y sobre los edificios que donan a universidades y museos.

Vía | Cinco Días y El Mundo Salud En El Blog Salmón | Bill Gates preferiría no ser el más rico del mundo

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